En lo personal, siento gran admiración por el trabajo de uno de los mejores cabilderos de la historia quien llevó a buen fin el conflicto con Vietnam y a normalizó las relaciones diplomáticas con la China de Mao Tse Tung. Ambas agendas de gran calado.
Los anteriores encargos significaron para el intelectual, estadista, negociador y Nobel de la Paz, dos de sus principales éxitos que lo catapultaron como el hombre de referencia en la política exterior de los Estados Unidos. En una palabra, Kissinger, es el diplomático más famoso del siglo XX.
Trabajó para Kennedy, Johnson, Nixon y Ford, obteniendo para cada uno de ellos notables resultados. Lo siguieron consultando presidentes desde George Bush Padre hasta Donald Trump.
Revisemos ahora los resultados de sus cabildeos más visibles:
Negoció el fin de la guerra con Vietnam y la retirada del ejército americano en 1973, haciéndolo parecer una retirada buscando la paz con honor.
Intentó hallar la paz en Medio Oriente.
Llevó a Nixon a China sentándolo en el mismísimo Palacio Imperial en 1972.
Más recientemente George Bush hijo, lo nombró jefe de la comisión designada para investigar los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Existen más intervenciones de Kissinger como cabildero, pero esos no tienen etiqueta de “publicable”.
Heinz Alfred Kissinger, nació en Alemania, el 27 de mayo de 1923 dentro de una familia judía que emigró a Nueva York, huyendo del nacionalsocialismo de Hitler y a cien años de su nacimiento, este hombre de mente preclara sigue activo y opinando sobre la guerra en Ucrania y sobre la inteligencia artificial. El hombre a los cien años sigue trabajando.
¿Qué es lo que hace a Henry Kissinger continuar vigente?
Un hombre con oficio político, conocedor de la diplomacia y el funcionamiento de la geopolítica, en independencia de estar consciente de la evolución de las cosas y la presentación de las nuevas generaciones, sabe que un poderoso argumento en el momento adecuado es la base del éxito.
Es decir, podrán pasar los años, llegar al poder nuevos gobernantes nacidos en la era digital, las personas sabrán tomar decisiones acotadas en sus trabajos apoyados en la minería de datos, pero nunca podrán superar el juicio certero de un diplomático de carrera.
Henry, ha llenado siempre con suficiencia el perfil para el perfecto cabildero con estas cartas credenciales.
*Está informado.
*Conoce las leyes de los países.
*Tiene una amplia red de contactos.
*Tiene derecho de picaporte con casi todos los políticos americanos de alta gama.
* Cuenta con una red internacional de contactos.
* Ha formado a varias generaciones de diplomáticos.
Kissinger, en su libro LA DIPLOMACIA, uno de muchos, se refiere a que en este siglo se consolidarán al menos seis grandes potencias y las cita: Estados Unidos, Europa, China, Japón, Rusia y la India y ante este nuevo orden sugiere razones y estrategias para reorientar la diplomacia americana.
Uno de los aspectos que sobresalen en el libro es que las relaciones de equilibrio del poder se solidifican en las alianzas, aspecto base de un buen cabildeo político.
Henry Kissinger el operador político de confianza.
Nos encontraremos más adelante.