Para nadie es un secreto que el nuevo etiquetado fue todo un reto para muchas marcas en el mercado mexicano. Entre ajuste de empaques, desaparición de personajes de marca y reformulación de muchos productos, las empresas han buscado adaptarse a este nuevo escenario; y aunque todo parece marchar en orden, lo cierto es que alrededor de Kinder Sorpresa, una de las marcas emblemáticas de Ferrero, mucho se especuló sobre su salida del mercado.
Antes de explicar las razones detrás de esta posibilidad es importante recordar lo que para marcas de diversas categorías ha costado la implementación de este nuevo etiquetado que busca entregar al consumidor mayor información sobre los productos que consume.
Los números del etiquetado
De manera puntual, se estima que acatar el cambio en el etiquetado involucraría a cerca de 800 mil productos, lo cual equivaldría a una inversión de más de 6 mil millones de pesos para la mayoría de las tiendas de la capital del país, esto aún cuando el plazo de implementación recibió una prórroga.
En la misma línea, la Profeco dio a conocer las multas a las que se harán acreedoras las empresas que no cumplan con esta primera fase de etiquetado.
Las marcas que no sigan estos lineamientos podrían pagaran hasta 781 mil 920 pesos, previo a una inmovilización de los producto desde la bodega, de no demostrar que han adaptado sus propuestas comerciales a la nueva norma a partir del primero de diciembre del año en curso.
Con estos número de antesala, las marcas han comenzado a ver los efectos del cumplimiento de esta norma en sus negocios y los reportes del tercer trimestre comienzan a dar cifras al respecto.
Los resultados sobre los efectos que estas modificaciones generaron en el consumidor aun se han puesto en duda, debido a que las perspectivas de los compradores pueden ser especialmente contrarias.
Para muestra basta con reconocer que, de acuerdo con una encuesta del periódico local Reforma, el 50 por ciento de los mexicanos cuestionados al respecto, reveló que esta manera de presentar las características de los productos le ayuda más a tomar una decisión de compra, sobre solo 25 por ciento que no considera este etiquetado de mayor ayuda para decantarse por un alimento u otro.
El nuevo etiquetado está ayudando a mejorar la comprensión del 50 por ciento de la población sobre los alimentos, mientras que el 19 por ciento dice que la norma no le ha hecho entender mejor la información nutricional.
Aunado a esto, se demuestra que gran parte de los mexicanos sí ve el etiquetado antes de comprar. El 37 por ciento de los encuestados dijo revisar siempre o la mayoría de veces el etiquetado de los alimentos y bebidas antes de adquirirlos, aunque el 35 por ciento contestó que rara vez o nunca lo hace.
¿Kinder Sopresa se va?
Ante estas cifras, toma relevancia reconocer lo que sucedió en otros mercados cuando se implementó este tipo de etiquetado y normativas, mismas que llevó a Kinder Sorpresa a abandonar el mercado chileno.
Hacia finales de junio de 2016, en Chile se puso en marcha una nueva Ley de Etiquetado de Alimentos que, al igual que la mexicana, buscaba frenar los índices de obesidad y sobrepeso. pretende poner freno a los altos índices de sobrepeso y obesidad, que atacan a un 64,5% de la población. El problema sanitario es especialmente complejo en los menores chilenos. De acuerdo a la información del Ministerio de Salud (MINSAL), más de un 30% de los niños y niñas de cero a siete años sufre de exceso de peso.
“El Kinder sorpresa tiene un gancho y por lo tanto no podría ser vendido en nuestro país. La cajita de McDonald’s tiene alta cantidad (de nutrientes críticos) y no puede ser entregado con un gancho comercial. Como está la Cajita hoy, no es feliz”, indicó Tito Pizarro, jefe del Departamento de Políticas Públicas del MINSAL, según informó radio ADN en aquel momento.
Ante esta situación y luego de la similitud entre las ley chilena y la mexicana se comenzó a cuestionar sobre la posible salida de Kinder Sopresa en México.
Adaptarse, la norma
Ante esto, la marca (tal como reporta Milenio) ha dictado postura indicando que no tiene planes de eliminar de su portafolio nacional a esta reconocida marca.
“Todo el ADN de nuestros productos son pequeñas porciones y trabajamos de fomentar un consumo responsable, como es el caso del huevo Kinder que tiene un enfoque de aprender jugando. No creo que vaya cambiar con todas las regulaciones, siempre vamos a estar alineados pero vamos a seguir con el mismo objetivo desde que nacimos”, afirmó Jim Cervantes, director de Categoría de Kínder y Tictac México.
A decir de Cervantes, las porciones de estos productos estañan relacionados con las porciones de consumo a niños, al tiempo que están libres de conservadores y saborizantes artificiales al tiempo que sus juguetes cuentan con más de 3 mil pruebas de toxicidad.
“Las regulaciones se hicieron para apoyar al consumidor. Nosotros siempre estamos apegados a las regulaciones y las apoyamos totalmente porque nosotros nacimos preocupándonos mucho por los niños y las mamás para ayudarlas en la labor de la educación de los niños”, aseguró.