Lhasa (Tíbet).- Si hay una cadena de establecimientos de comida rápida en los que el pollo es el absoluto protagonista, esa es, sin lugar a dudas KFC (Kentucky Fried Chicken). Pues bien, tras el éxito en todo el mundo de esta franquicia, ahora, el Coronel Sanders (imagen de KFC) ha decidido viajar un poco más y aterrizar en la región autónoma del Tíbet.
En concreto, KFC ha firmado un contrato con el centro comercial Shenglishidai, en el centro de Lhasa (la capital regional), para así abrir su primer restaurante a finales de enero de 2016, según ha informado Chen Biao, gerente del centro comercial.
Este nuevo restaurante de KFC en Lhasa ya está siendo decorado y va a ocupar una superficie de 540 metros cuadrados y tendrá dos plantas. Asimismo, KFC pretende construir un área de almacenamiento frigorífico de 4,67 hectáreas en las afueras de Lhasa para prepararse así para una expansión ulterior en la región.
¿Por qué KFC ha decidido qué este es el momento idóneo para aterrizar en el Tíbet? Pues, básicamente, porque las circunstancias económicas han cambiado mucho en la región en los últimos tiempos y es que el PIB de la región llegó a los 92.500 millones de yuanes (unos 14.500 millones de dólares, aproximadamente) en el año 2014. Además, los ingresos disponibles per cápita de los residentes urbanos también subieron un 8% interanual y alcanzaron los 22.026 yuanes (unos 3.420 dólares). Y es que, el potencial del mercado, el rápido crecimiento económico y un ambiente de inversión sano han hecho al Tíbet cada vez más atractivo para los inversores extranjeros.
En Estados Unidos, según datos de Statista, KFC es la cuarta marca de establecimientos de comida rápida más valorada, ya que tiene un valor de 12.649 millones de dólares. Por delante, se encuentran McDonald’s (81.162 millones de dólares), Starbucks (29.313 millones de dólares) y Subway (22.561 millones de dólares).