KFC ha lanzado una campaña en la que pretende comunicar que sus piezas d epollo son naturales y únicas.
La campaña contó con el apoyo de la agencia francesa Sid Lee.
KFC contrató alrededor de 300 personas como teleoperadores y 180 elementos para labores de reparto en plena pandemia.
De la mano de la agencia francesa Sid Lee, KFC ha creado una ingeniosa campaña llamada “Unlike” en la que reta a sus consumidores a encontrar dos piezas de pollo iguales. De esa manera, KFC desea que sus consumidores se den cuenta de que su mercancía y recetas son en realidad un trabajo artesanal y, sobre todo, natural. La marca ha invertido en cientos de gráficos en los que se aprecia que cada pieza es distinta en tamaño, forma y textura.
Lo anterior representa un ataque publicitario para otras marcas mediante la siguiente afirmación: “Los nuggets clásicos de otras franquicias vienen en cuatro formas diferentes. Nuestro pollo, no”. “Porque solo cocinamos piezas reales de esta carne”. Esta publicidad representa un ataque frontal a marcas competidoras como Burger King y McDonald´s.
KFC, al igual que otras marcas del segmento de comida rápida, utilizan la publicidad de una manera muy novedosa y libre para dar a conocer sus ofertas y productos. A menudo usan el humor y un sentimiento disyuntivo para seguir se posicionando en la mente d esos consumidores.
Lo hecho por KFC igual es una respuesta incluso a los comentarios que durante años han perseguido a la marca acusándola de usar recetas nada naturales para la fabricación de su pollo.
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Campañas fallidas
Pero así como ha incurrido en publicidad ingeniosa también se ha visto en aprietos al usar discursos fallidos. En pleno 2020 trascendió una publicidad en la que se muestra a una mujer que acomoda sus senos ante la mirada sorprendida de un par de jóvenes.
La marca tuvo que salir a defenderse de manera pública ante la lluvia de comentarios negativos que recibió en su contra: “Nos disculpamos si alguien se ofendió por nuestro último comercial. Nuestra intención no era estereotipar a mujeres y niños pequeños bajo una perspectiva negativa”.
Este mismo año, la marca tuvo otro enfrentamiento con la opinión pública por una campaña en Trinidad y Tobago que fue tachada de racista: el 1 de agosto, el país caribeño celebraba la abolición de la esclavitud. Por ello, KFC publicó un anunció en el que se observa una pata de pollo, cuya sombra representaba una mano alzada con el puño cerrado, con lo cual hacia una alusión al gesto del Black Power, movimiento surgido en la década de 1960 para reivindicar el lugar de los afroamericanos.
What better way to commemorate the emancipation of slaves than by pointing out that the Black Power symbol resembles a fried chicken drumstick?
Thank you KFC Trinidad for this powerful gesture of solidarity. ??? pic.twitter.com/u1iwn4xYsB
— Titania McGrath (@TitaniaMcGrath) August 3, 2020
Reacciones en redes sociales no se hicieron esperar ante o que fue considerado un gesto de racismo por parte de la marca: “¿Qué mejor manera de conmemorar la emancipación de los esclavos que señalar que el símbolo del Poder negro es parecido a un muslo de pollo frito?”, comentó una internauta.
“Nuestra intención fue apoyar y subrayar la importancia de este evento significativo histórico. Reconocemos que nuestras publicaciones dedicadas al Día de la Emancipación han provocado algunas respuestas negativas. Obviamente nos hemos equivocado y queremos disculparnos por la ofensa causada”, comunicó la empresa.
KFC y su estrategia en plena pandemia
KFC le dio la vuelta a ls situación de mercado en la pandemia e hizo lo que otras evitaron: contratar más personal: 300 teleoperadores para satisfacer la demanda de pedidos a domicilio y 180 elementos para hacer esas entregas.
Con ello, las ventas telefónicas incrementaron al grado de que unidades en zonas habitacionales han aumentado incluso al doble las ventas, mientras que el sitio web ha crecido su tráfico casi al triple, de acuerdo con Artemio Santos, director general de KFC en México en entrevista para Forbes.