Este fin de semana tendrá lugar uno de los eventos de este año más esperados. La boda entre el príncipe Harry de Inglaterra y la actriz Meghan Markle promete ser uno de los acontecimientos que marcarán tendencia durante 2018.
La atención de los medios en esta unión matrimonial así como el interés que ha generado entre las audiencias ubican a este evento como una oportunidad de mercadotecnia que promete muchos ingresos. Estimaciones de CRR advierten que las ventas de recuerdos durante 2018 alcanzarán los 30 millones de libras esterlinas, 25 millones por la celebración de eventos y 10 millones por la venta de libros.
Con esto en mente, algunas grandes marcas ya buscan la manera de sumarse al uno de los temas que, sin duda, guiará la conversación el fin de semana.
Tal es el caso de KFC, marca que se ha sumado a la espera celebración con el lanzamiento de un bote de pollo conmemorativo.
Con filos dorados y las banderas tanto de Estados Unidos como de Reino Unido, el bote de pollo retomó un detalle relacionado con la propuesta de matrimonio. Desde Mashable indican que el príncipe Harry se arrodilló mientras la pareja cocinaba un pollo asado; la marca encontró cierta asociación con su marca y, a unos cuantos días de que se de el enlace, ha anunciado el lanzamiento de este empaque.
De esta manera, nació el Royal Wedding Bucket, nombre con el que se le conoce a dicho envase, del cual sólo habrá disponible 50 ejemplares disponibles y únicamente serán vendidos en la sucursal Windsor de KFC en Dedworth Road.
A este ejemplo es posible que se sumen muchas más marcas que buscarán ser parte del enlace matrimonial. Será interesante ver el nivel creativo, que como en muchos casos, determinará la efectividad de estos esfuerzos.