La marca de fast food Kentucky Fried Chicken (KFC) apela al “absurdo” en su nuevo anuncio en el que promociona un “bronceador” o “bloqueador solar” para que las personas adquieran un color idéntico al del ‘Coronel Sanders’.
El anuncio, protagonizado por el mismo ‘Coronel’ -interpretado por el actor George Hamilton-, fue creado por Edelman Dallas y Wieden + Kennedy como parte de la campaña de marketing para su línea Extra Crispy Chicken y busca revivir los comerciales de los 80’s protagonizados por el actor que ahora da vida al personaje emblema de KFC.
El spot en formato de infomercial, aunque parece una broma, realmente promociona un producto que la cadena ofrece -de regalo- a sus clientes en envío por correo y según esto, el ‘Col. Sanders’ Extra Crispy Sunscreen’ tiene una fragancia de “pollo frito”.
Desde 2015, KFC -la cuarta marca de comida rápida más valiosa en Estados Unidos con 12 mil 649 millones de dólares, según datos de Statista- busca revivir la marca con una nueva estrategia de marketing enfocada a rejuvenecer y cambiar el estereotipo del ‘Coronel Sanders’, además de incluir productos “absurdos” en algunas campañas, como el barniz de uñas que lanzó su sección Hong Kong, en mayo pasado, creada por la agencia Ogilvy & Mather.
El absurdo es un recurso en publicidad y mercadotecnia que puede apelar a situaciones “simples” o “comunes” para crear conceptos creativos “algo locos” con la finalidad de impregnar en el espectador una impresión que perdure.
Por ejemplo la marca de desodorantes y artículos de cuidado personal Old Spice se destaca por crear campañas publicitarias “raras” en los que resaltan su carácter irreverente en situaciones y efectos visuales absurdos del conocido “Old Spice Guy”, Terry Crews.
Otro ejemplo es el del diario argentino Clarín que, de la mano de la agencia J. Walter Thompson creo anuncios con un argumento absurdo, donde la infidelidad pasa a un segundo plano para promover el suplemento económico del medio.