Estados Unidos.- Comida rápida, reflejos lentos, muy lentos. Como mínimo, se podría describir como poco feliz la reacción del encargado de un local de KFC en Jackson, Mississippi, al pedirle a una nena que se retirara porque las cicatrices en su rostro “asustaban” a los otros clientes. La pequeña había sido mordida por dos pitbull.
Puedes hacer todo el marketing que quieras, invertir millones en publicidad, merchandising, redes sociales, gráfica, mobile o vía pública. Pero cuando en el punto de venta decides hacer cosas como ésta, algo estás haciendo mal.
Un interesante ejemplo (para no imitar, claro) es éste: una niña que fue atacada por un perro pitbull y sufrió graves heridas en su rostro fue expulsada de un local de comidas KFC en Jackson, Mississippi, porque le dijeron que su apariencia “molestaba” a otros clientes.
La historia fue lamentablemente protagonizada por Victoria Wilcher, de 3 años, y su abuela. “Ellos nos dijeron: ‘Tenemos que pedirles que se retiren porque su cara está molestando a nuestros clientes’. (Victoria) entendió exactamente lo que estaban diciéndonos”, relató la abuela, según da cuenta el periódico argentino La Nación.
La decisión del encargado del local se propagó (obviamente) por las redes sociales, luego de que sus padres crearan una página en Facebook para contar lo ocurrido. Tras las críticas, la cadena de comidas se disculpó e indicó que donará 30 mil dólares para apoyar los tratamientos de la pequeña. “La familia entera de KFC respalda a Victoria”, dijo el PR de la compañía, Rich Maynard y que publicó WAPT, medio afiliado a CNN. “No toleraremos actitudes hirientes o irrespetuosas hacia nuestros clientes”, agregó.
Victoria fue atacada en abril cuando visitaba a su abuelo, de quien Kelly Mullins (la abuela) está divorciada. Uno de los perros rompió una puerta y otros dos perros la arrastraron al patio trasero. Los perros la mordieron en todas partes del cuerpo, pero especialmente en la cara.
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