Después de que House of Cards fuera la punta de lanza para que Netflix conquistara nuevos mercados en todo el mundo, logrando 5 temporadas, cuyo periodo de exhibición, la compañía logró sumar más de 20 millones de usuarios, su protagonista, Kevin Spacey, fue despedido de Netflix, luego de que surgieran múltiples acusaciones de acoso sexual, incluso de sus compañeros de la empresa. Ahora, el actor reapareció y alegó derechos laborales.
Mientras los guionistas de Netflix se plantean reescribir la sexta temporada sin Kevin Spacey, el actor reapareció y acusó que su despido de la compañía de entretenimiento bajo demanda fue “demasiado pronto”, y que por lo tanto es un despido injustificado. Según The Blast, Kevin alega que “Netflix no tiene la capacidad legal para despedirlo”.
Entre los argumentos de Kevin Spacey, se encuentran: que no firmó una cláusula de “moralidad” en su contrato, y que por lo tanto, no existe un modo legal que pudiera desencadenar una suspensión o terminación de la producción con base en sus acciones personales.
En las últimas semanas, actores, productores de cine, empresarios del entretenimiento, e incluso directores de cine, han sido acusados de acoso y abuso sexual, lo que ocasionó que en días fueran despedidos de forma fulminante, no obstante, las denuncias tienen efectos irrevocables, debido a que ninguno de los acusados ha dado su versión o no han intentado hacer marca personal, o defenderse, lo cual se sobre entiende que los señalamientos son reales y que tienen razón.
No obstante, Kevin Spacey parece dispuesto a intentar lo imposible: defender su marca personal, dar su versión y encima alegar derechos laborales, lo que para cualquiera parecería impensable.
Spacey parece aplicar una estrategia tipo “todo o nada”, ya que asegura que la única forma en que puede ser suspendido o despedido de un programa sería si faltara a su trabajo, es decir “no disponible” o “incapacitado” para cumplir con sus obligaciones con la producción de House of Cards, aspectos que el actor cumplió como empleado de Netflix.
Aunque Netflix despidió a Spacey por el escándalo sexual de un abuso que cometió en contra de un menor de edad en la década de los 80s. No obstante, al estar contratado sin una cláusula de moralidad en su contrato es un arma con huecos legales que permitirían a la compañía despedirlo por cualquier motivo, o bien, aunque no fue el caso, Kevin pudo renunciar por cualquier razón, es decir, son contratos “flexibles” que permiten a ambas partes despedir o renunciar sin problemas.
No obstante, los motivos de Spacey tienen sentido a pesar de todo, y es probable que Netflix tenga que pagarle al actor alguna liquidación o compensación, pero la compañía podría usar de argumento los reclamos de compañeros de Kevin, es decir, también empleados, para que la liquidación sea menor a la esperada por el actor.