Luego que el gobierno de Estados Unidos emitiera una orden que prohíbe que las agencias gubernamentales usen en sus equipos de cómputo el software de Kaspersky, la compañía rusa responde permitiendo que organismos internacionales revisen su código fuente e incrementando su programa de recompensas.
La firma de ciberseguridad con sede en Moscú anunció una nueva ‘Iniciativa de Transparencia Global’ con la finalidad de contrarrestar el impacto a su imagen y reputación corporativa luego de la postura estadounidense.
Según Kaspersky, esta iniciativa se fundamenta en tres principales acciones; a partir del primer trimestre del 2108 compartirá el código fuente de su software (incluidas actualizaciones y reglas de detección de amenazas) para que sean inspeccionados por autoridades de reconocimiento internacional, con el objetivo de validar y verificar todas sus soluciones y procesos.
La compañía rusa señala que esta apertura se hará extensiva a tres centros de transparencia que se instalarán en Asia, Europa y Estados Unidos, mismos que se contemplan estén en funciones para 2020; también tendrán como principal misión permitir a sus clientes, organismos gubernamentales y demás organizaciones interesadas que revisen el código fuente. Además, asegura que incrementará su programa de recompensas por el descubrimiento de vulnerabilidades, otorgando hasta 100 mil dólares por las amenazas más graves encontradas.
Don’t just take our word for it – Kaspersky Lab announces comprehensive transparency initiative https://t.co/prEzPe52k4 pic.twitter.com/piPLofkpC0
— Kaspersky Lab (@kaspersky) 23 de octubre de 2017
Aunque no se exponen estas acciones como respuesta a la postura del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) y que hayan eliminado su software de todas las oficinas de gobierno de ese país, Kaspersky asegura que su nueva iniciativa está encaminada a “ganar y mantener la confianza de los clientes y partners día a día”.
Desde que hace meses se hizo público que el DHS investiga a la firma rusa por una presunta vinculación con una red de espionaje ruso en Estados Unidos, su reputación corporativa ha sufrido duros golpes.
No sólo perdió como cliente al gobierno estadounidense, fue señalada por una agencia de seguridad israelí de colaborar con el gobierno ruso en labores de espionaje.
Esto ya ha impactado en otros sectores a la firma. En diversos establecimientos de Office Depot Office Max, y Best Buy han dejado de vender productos de Kaspersky, incluso se ofrece la desintalación gratuita de los equipos de los clientes, según diversos reportes de medios estadounidenses.
A friend found this. Wow. pic.twitter.com/STJcSdzCLb
— Gadi Evron (@gadievron) 8 de octubre de 2017
La firma rusa de ceiberseguridad busca a cómo de lugar recuperar la credibilidad, no sólo enfrenta la pérdida de clientes corporativos, también debe dar certidumrbre al usuario ‘común’ que su servicio no es una ventana por la que mirará el gobierno de Moscú.
Si bien siempre ha negado categóricamente las acusaciones, y ha implementado diversas acciones como lanzar una versión gratuita de su antivirus en todo el mundo, su imagen corporativa sí a su imagen corporativa ha sido mermada.
La pregunta no debería ser si los clientes convencionales (un usuario promedio) debe preocuparse por las acusaciones del gobierno estadounidense. Al final, se espeula que este espionaje habría contribuido para que Donald Trump ganara la presidencia. La cuestión debería ser si la misma política contra la empresa rusa se aplicará a proveedores estadounidenses, hay que pensar que siempre que hay una filtración, es porque alguien debió abrir una ventana… o puerta.
