Jugar es una de las acciones más importantes del ser humano. Especialmente, tiene un efecto muy positivo en la primera infancia al ser esta una etapa clave en el desarrollo de las niñas y los niños.
Cuando ellas y ellos juegan obtienen aprendizajes muy importantes para su desarrollo que los benefician en los aspectos sociales, emocionales y cognitivos. Por ejemplo, cuando juegan aprenden a socializar y a convivir con más personas; además, tienen la oportunidad de planear, resolver conflictos y, sobre todo, de desenvolverse en un entorno de respeto.
El juego en la niñez también fomenta una crianza con ternura, pues es un elemento fundamental para que madres, padres y cuidadores generen relaciones basadas en el amor, el respeto y de no violencia.
Asimismo, a través del juego logramos aumentar las posibilidades de que las niñas y los niños continúen con su educación y tengan un mejor futuro. Se ha demostrado que las niñas y los niños que tienen acceso al juego -ya sea en sus casas o en la escuela-, pueden llegar a mostrar menores índices de depresión, criminalidad, uso de drogas y embarazos adolescentes.
En este sentido, es muy importante que las y los docentes tengan las herramientas para acompañar a la niñez a través del juego. Por eso, el mes pasado, desde Save the Children implementamos el programa “1, 2,3 ¡Por el Aprendizaje!” en el estado de Yucatán con el objetivo de capacitar a más de 900 maestras y maestros, sobre la importancia del
aprendizaje a través del juego.
Conoce más aquí: https://www.savethechildren.mx/dif-yucatan-fundacion-lego-grupo-lego- y-save-the-children-dicen-1-23-por-el-aprendizaje/
¡Jugar es un derecho universal de la niñez, promovámoslo!