Aaron Hernández se suicidó en su celda en un centro penitenciario de Massachusetts, Estados Unidos. La ex estrella del equipo de los Patriots de Nueva Inglaterra apareció en la madrugada del miércoles colgado de una ventana con las sábanas.
El jugador de fútbol americano, de origen puertorriqueño, cumplía desde 2015 una condena de cadena perpetua sin opción a la libertad condicional por el asesinato del que fuera el novio de la hermana de su prometida.
“El trágico desenlace fue confirmado a primera hora de la mañana por el departamento de prisiones de Massachusetts. Los funcionarios del centro penitenciario Souza Baranowski, en Shirley, lo encontraron ahorcado a las 3:05 de la madrugada, hora local en la costa Este. Intentaron reanimarlo mientras era transportado a un centro médico, donde fue declarado muerto una hora después”, publicó El País.
Aaron Hernandez fue hallado muerto en su celda donde cumplía cadena perpetua por asesinato https://t.co/xDFK0CNs42 pic.twitter.com/Y1jy6LJDjL
— CNN en Español (@CNNEE) 19 de abril de 2017
Hernández, que fue uno de los jugadores mejores pagos de la NFL cuando llegó a tener un contrato de 40 millones de dólares los Patriots, fue sospechoso desde el primer momento de la muerte de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional que salía con la hermana de su novia.
Más allá de una serie de testigos que señalaron a Hernández como el culpable, la policía encontró en el bolsillo de Lloyd las llaves de un carro que había alquilado el jugador. A las pocas horas de su arresto, el equipo rompió el contrato.
Detalles de la vida de Aaron Hernández, en detalle cronológico de la CNN.
El “caso Hernández” provocó problemas de branding a la NFL. Es que uno de sus jugadores de mejor imagen y mejor valorados, acusado (luego condenado) por asesinato en primer grado no era una buena noticia.
Por esos años, la liga más rentable del mundo estuvo en problemas de imagen (algunos dicen que siguen las complicaciones) por la seguidilla de escándalos extra deportivos de sus jugadores. Sólo en 2013, por ejemplo, 39 jugadores habían sido arrestados por múltiples delitos y eso estaba dañando cada vez más la reputación de los jugadores y equipos.