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Durante los últimos días, el Comité Olímpico ha dado ideas encontradas sobre el evento y el efecto COVID-19
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Si se llega a cancelar el enfrentamiento deportivo, el Comité Internacional asumiría una parte de los costos
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El resto presuntamente tendría que ser pagado por el gobierno de Tokio y de Japón
Los Juegos Olímpicos son, con diferencia, el evento deportivo más importante de todo el mundo. Al contrario del Super Bowl o la Copa del Mundo de la FIFA, realmente atrae a gente de todo el mundo a sus televisores. Y por ello, se ha colocado como una de las oportunidades publicitarias más jugosas para anunciantes de todo el planeta. Por eso, aunque no fue lo ideal, muchas marcas suspiraron cuando la COVID-19 no canceló, sino solo retrasó la edición 2020.
Hasta ahora, se creía que iba a bastar con que los Juegos Olímpicos se celebraran en 2021 para evitar cualquier contacto con la COVID-19. Pero con ya más de tres millones de casos a escala global, según Worldometers, y el riesgo de un nuevo brote en otoño, algunos agentes creen que aún es demasiado riesgoso. Al menos esa parece la postura del Comité de Tokio, de acuerdo con Bloomberg. Lo peor es que no se aplazará otra vez el enfrentamiento deportivo.
Yoshiro Mori, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio para 2020, apuntó que si la COVID-19 no permite una celebración en 2021, se cancelará el evento. El experto comparó la crisis sanitaria con una guerra, y recordó que anteriores ediciones del torno se han cancelado durante conflictos bélicos. Al mismo tiempo, otros voceros de este grupo han dicho que el especialista habló a título personal y aún no se toma una decisión.
COVID-19 y los Juegos Olímpicos
A raíz de la pandemia, no solo este evento deportivo tuvo que ser cancelado. Por ejemplo, el festival de Cannes Lions decidió suspender por completo la celebración de su edición 2020, y no volverá sino hasta 2021. Torneos como Wimbledon también han cedido ante la COVID-19, a pesar de haberse celebrado cada año sin excepción desde la Segunda Guerra Mundial. Un par de acontecimientos de hacho han tratado de transitar a un formato digital en su lugar.
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Pero, de nuevo, pocos eventos deportivos comparten el impacto e importancia publicitaria de los Juegos Olímpicos. Al retrasarse un poco la justa deportiva, se puede mantener un poco la oportunidad y la inversión que los anunciantes han hecho en este evento. Pero si la COVID-19 también arruina la edición 2021 y no se pospone a 2022, se estaría hablando de una verdadera pérdida de dinero para todos los involucrados. Algo muy duro para el mercado del marketing.
Desafortunadamente, tampoco es económicamente viable para el Comité Internacional de los Juegos Olímpicos, ni para Tokio, seguir retrasando indefinidamente el evento. Los costos de este tipo de acciones se van acumulando y tarde o temprano, aún con la inversión publicitaria de las marcas, no resulta conveniente sostener el evento. Así que la mejor esperanza de las marcas es apostar por que la COVID-19 pueda estar bajo control para cuando llegue el 2021.
Planes a la basura con los Juegos Olímpicos 2021
Ya antes que se planteara la posibilidad que el evento se cancelara por completo, el efecto de la COVID-19 en los planes publicitarios de varias marcas se vieron súbitamente arruinados. Por ejemplo, Visa quería lanzar una campaña durante los Juegos Olímpicos con algunos de los atletas más prometedores de esta edición, pero terminó rehusando su idea en otro comercial. También Samsung quería aprovechar esta oportunidad para ganarle mercado a su rival Apple.
Más allá de la situación publicitaria, la cancelación de los Juegos Olímpicos por culpa de la COVID-19 tendría un costo muy alto para todos los involucrados. De acuerdo con CNBC, se cree que el impacto a la economía de Japón podría ser entre moderado y devastador, de no celebrarse. El Economic Times señala que también sufrirían aerolíneas, medios globales y hasta el gobierno local. Y según The Conversation, afectaría la carrera de varios deportistas.