Por: Paco Santamaria
Twitter: @pacosantamaria
Definitivamente Josh Harris es cualquiera de esas cosas o todas al mismo tiempo. Cuando le doy seguimiento a su vida, su obra, sus locuras y sus acciones siento escalofrío sólo de conocerlo y también me identifico mucho con él. A veces fantaseo en un momento de conversación entre los dos con unas cervezas de contexto. Para quienes no saben quién es Josh Harris, les cuento un poco y para los que han escuchado algo sobre este personaje, les recuerdo algunos aspectos clave de su trayectoria hasta ahora.
Josh nació en la década de los años sesenta, en 1999 fundó un portal de televisión legendario –pseudo.com-, siendo de los primeros humanos en invertir dinero en televisión por Internet. En una idea para entonces muy loca, convocó a unos 100 artistas y creativos y los recluyó para vivir en un foro de televisión grabados por cámara las 24 horas del día. Incluyendo los baños y dormitorios. Harris, también echó su vida al vacío, actuó y vivió en pareja mientras su vida conyugal era re transmitida por Internet. Al final su compañera de programa terminó abandonándolo bastante afectada emocionalmente por este experimento de nuevos medios. Este visionario de la vida pública y de las redes sociales desmintió a personajes como Andy Warhol al decir que sí, la gente siempre quiere tener sus 15 minutos de fama, pero estaba equivocado, en cuento la frecuencia “La gente quiere sus 15 minutos de fama, cada día”. Alcohólico, fiestero y con muchos excesos. Pasó de producir su Big Brother a ser un granjero que comía y producía alimentos orgánicos. Incapaz de ir al lecho de muerte de su madre, sólo grabó un video de despedida y lo envío por mensajería. Un personaje que diagnosticó los abusos de hacer nuestras vidas muy públicas. Ahora nadie sabe si en realidad está muerto o vivo. Existen sólo rumores de que está ahora con alguna comunidad en África. Josh Harris vivió lo que vivió para demostrarnos a lo que nos lleva hacer nuestra vida totalmente públicas.
Coincidencia o no, Harris nos señaló lo que pasa o pasará con los nuevos medios y nuestras vidas en público. Lo cierto es que cada día más parejas de amigos, amantes y familiares nos suplican minutos o instantes de atención con respecto a nuestras vidas en Facebook, Twitter o Instagram, ¿Seguiremos más alienados y extraídos por estos medios? O de plano así ya será nuestra vida real. Las marcas están aquí para los humanos y los humanos son las marcas, ¿Estaremos perdidos en el camino o cada día más cerca? Aquí una probada del documental We Live in Public para enterarnos un poco más de la vida de este tal Josh Harris.
