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Para 2030, los autos eléctricos podrían representar el 44% de todas las ventas de autos de pasajeros, y hasta 75% en 2040.
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China domina el mercado con casi 2/3 de las ventas globales de autos eléctricos.
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El sector de movilidad eléctrica, dado su auge se está volviendo cada vez más competitivo.
Jeff Bezos ha decidido apostar por una nueva generación de movilidad a través de una startup poco conocida llamada Slate Auto, con sede en Michigan, que podría convertirse en la gran sorpresa del sector.
Aunque la empresa ha mantenido un perfil extremadamente bajo desde su fundación en 2022, recientemente se ha descubierto que está detrás del desarrollo de una pickup eléctrica compacta y asequible, cuyo precio objetivo ronda los 25 mil dólares. Un vehículo que, de concretarse, podría reconfigurar por completo el panorama actual de la industria.
Tal y cmo se menciona en techcrunch, Slate Auto no nació de la nada: se desprende de Re:Build Manufacturing, otra firma respaldada por Bezos. Desde entonces, ha fichado a cientos de talentos provenientes de gigantes como Ford, General Motors y Harley-Davidson. Además, ha logrado atraer la atención (y el dinero) de inversionistas de alto perfil como Mark Walter, dueño de los Dodgers de Los Ángeles, y Thomas Tull, ambos ahora miembros de su junta directiva.
El plan de Slate es ambicioso. Busca replicar lo que hicieron en su momento íconos como el Ford Modelo T o el Volkswagen Escarabajo: democratizar el acceso al automóvil eléctrico. Y para lograrlo, ha recaudado discretamente al menos 111 millones de dólares en una ronda de inversión Serie A, en la que participó la oficina familiar de Bezos. Documentos recientes revelan que ya han autorizado más de 900 millones de acciones entre series preferentes y ordinarias, lo que sugiere una gran expectativa de crecimiento.
La startup planea iniciar producción en 2026 en una planta cercana a Indianápolis. A diferencia de otras empresas que se enfocan únicamente en la venta del vehículo, Slate también quiere crear una comunidad en torno a su pickup**, ofreciendo accesorios personalizables y hasta ropa exclusiva, una estrategia que recuerda al enfoque de Harley-Davidson con su merchandising.
Todo esto ocurre en un momento en que muchas empresas del sector están atravesando dificultades financieras. Aun así, Slate avanza con paso firme y sin hacer ruido. Ha presentado ya un prototipo a posibles inversores en California, y aunque mantiene en secreto su proceso interno, las señales apuntan a que Bezos no está improvisando: está construyendo meticulosamente el próximo gran rival de Tesla, que recientemente ha enfrentado múltiples boicots.
Con esta jugada, Jeff Bezos no solo diversifica su imperio, también lanza una declaración directa: el futuro eléctrico no es exclusivo de Elon Musk. Y si algo ha demostrado Amazon en su historia, es que subestimar a Jeff Bezos suele ser un error.
Y es que, el mercado de los vehículos eléctricos (VE) está experimentando un crecimiento sin precedentes a nivel mundial. Impulsado por el desarrollo tecnológico, políticas gubernamentales favorables y una conciencia ambiental cada vez más extendida, este sector se ha consolidado como una de las principales apuestas del futuro automotriz.
Durante 2024, las ventas globales de vehículos eléctricos de batería (BEV) crecieron un 14%, alcanzando los 10.4 millones de unidades, con China liderando el mercado al concentrar casi dos tercios de las ventas globales. Este país vendió más de 10 millones de unidades, mientras que Europa y Estados Unidos alcanzaron los 3.4 y 1.7 millones de unidades respectivamente, según datos recopilados por Dinamicarg y Opportimes.
En ese sentido, las proyecciones para 2025 apuntan a un crecimiento aún más acelerado. La firma Standard & Poor’s anticipa un aumento del 30% en las ventas mundiales de autos eléctricos, lo que representaría un total de 15.1 millones de unidades, equivalentes al 16.7% del mercado automotriz global. Este ritmo de adopción sugiere una transformación estructural del sector, con estimaciones que apuntan a que, para 2030, los vehículos eléctricos representarán el 44% de todas las ventas de autos de pasajeros, y para 2040, ese porcentaje podría llegar hasta el 75%.
Entre los principales impulsores de esta tendencia destacan la disminución en los costos de las baterías, que han hecho a los vehículos eléctricos más accesibles, así como los incentivos fiscales y subsidios que muchos gobiernos han implementado para fomentar su compra. Además, el cambio en los hábitos de consumo ante la crisis climática ha llevado a un mayor interés por opciones de movilidad sostenibles.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. La infraestructura de carga aún resulta insuficiente en muchas regiones, lo que limita la expansión total del mercado. A ello se suma la incertidumbre en torno a la continuidad de los incentivos gubernamentales, que en algunos países ya han comenzado a reducirse o eliminarse.
En este contexto de expansión y competencia, el sector de los autos eléctricos se convierte en terreno fértil tanto para gigantes consolidados como Tesla, como para nuevos jugadores respaldados por grandes fortunas tecnológicas, como es el caso de Slate Auto, la startup secreta apoyada por Jeff Bezos. Todo apunta a que los autos eléctricos no solo son una tendencia, sino el nuevo estándar hacia el que se dirige la industria global.