El retail es uno de los sectores que mayor claroscuros ha manifestado a raíz del contexto global actual, marcado por la pandemia de coronavirus; así como algunas compañías han resistido e incluso ganado, otras, como en el caso de JCPenney, se han tenido que dar por vencidas.
La tarde de este viernes la cadena de tiendas departamentales se declaró en bancarrota y se convirtió en el cuarto minorista de gran tamaño en Estados Unidos en anunciar una decisión de esta magnitud, según reportó el Financial Times.
En el caso de JCPenney, era un tema del que se hablaba desde hace días debido que llevaba un largo proceso de negociación con sus acreedores para obtener más tiempo tras haber incumplido dos pagos de su deuda durante el último mes.
La firma con base en Texas no ha podido levantar en ventas y ha sufrido un duro impacto por el efecto coronavirus, por lo que ha optado por la bancarrota con lo que, de acuerdo con analistas, limitaría el daño en su lucha por sobrevivir a la deuda de 4 mil millones de dólares que tiene y a su falta de adaptación a los cambios tanto del mercado como del consumidor, donde el comercio electrónico ha ganado cada vez más peso.
De esta forma, la cadena con más de 118 años de historia, más de 800 tiendas y unos 90 mil empleados, se sumaría a Neiman Marcus, J Crew y Aldo en buscar la protección judicial de los acreedores en medio de la pandemia.
Lo que hace JCPenney, es solicitar la reestructuración de su deuda apegándose al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Esto sería un paso en su camino para buscar financiamiento través de un grupo de prestamistas, entre los que destacan Wells Fargo, Banck of America y JP Morgan, de acuerdo con The Wall Street Journal.
En relación a esto, Jill Soltau, CEO de la firma de retail, dijo en un comunicado que JCPenney había “hecho un progreso significativo” en los esfuerzos por revivir su fortuna antes de que ocurriera la pandemia. Sin embargo, el cierre de tiendas forzado por el brote provocó “una revisión más completa para incluir la eliminación de la deuda pendiente”. Ante ello, se detalló que la compañía “exploraría oportunidades adicionales para maximizar el valor, incluido un proceso de venta de terceros” durante la reestructuración.
