En su discurso de victoria, Milei proclamó el inicio de la reconstrucción de Argentina y el fin de la decadencia, anunciando el fin del modelo empobrecedor del Estado omnipresente. Destacó el “milagro” de tener un presidente “liberal y libertario”.
Con el 98 por ciento del escrutinio, Milei obtuvo un amplio triunfo con casi el 56 por ciento de los votos, frente al 44 por ciento de Massa. Este resultado representa un cambio significativo, ya que el libertario logró casi seis millones de votos más que en la primera vuelta, celebrada hace un mes.
A partir del 10 de diciembre, Milei se convertirá en el primer economista en asumir la presidencia del país. En medio de años de dificultades económicas y una crisis con una inflación cercana al 140 por ciento, la victoria de Milei refleja el desencanto de muchos Argentinos con los partidos tradicionales.
El presidente electo planea implementar propuestas disruptivas en el ámbito económico, como la privatización de empresas estatales, reformas en los sistemas de salud y educación, la eliminación del banco central y la dolarización de la economía.
Además de sus propuestas económicas, Milei ha expresado posturas controvertidas en temas como cambio climático, aborto legal, críticas al papa Francisco y apoyo al porte libre de armas.También ha negado la existencia de un plan sistemático de violación de los derechos humanos durante la última dictadura militar.
Javier Milei, de 53 años, pasó de ser un economista con ideas polémicas en televisión a convertirse en presidente en tan solo dos años. Su victoria se atribuye en parte a su conexión con los electores más jóvenes, descontentos con la situación actual del país.
A pesar de que Massa tuvo una ventaja en la primera vuelta, la necesidad de cambio demostró ser más fuerte, y Milei logró dar vuelta a la situación, obteniendo un respaldo amplio. La decisión de figuras políticas como Patricia Bullrich y Mauricio Macri de apoyar a Milei también influyó en el resultado final.
A partir de diciembre, Milei enfrentará el desafío de llevar adelante sus propuestas en un contexto político donde no cuenta con mayoría en el Congreso y enfrenta la oposición de gremios y movimientos sociales. La sociedad Argentina se encuentra dividida, con algunos temiendo las implicaciones del cambio propuesto por el nuevo presidente.