La importancia que las redes sociales tienen en el día a día de las audiencias, han convertido a estos espacios de interacciones en verdaderos medios de comunicación, capaces de difundir información gran velocidad, con niveles importantes de alcance y con un grado de veracidad importante entre los usuarios.
Datos entregados por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM) ilustran la premisa cuando indican que el 36 por ciento de los jóvenes reconocen mantenerse informados a través de plataformas sociales antes que por cualquier otro medio.
Fenómenos como el antes descrito figura como una de las causas por las que en desastres naturales o emergencias las redes sociales se ubican como uno de los principales canales utilizados por las autoridades locales o federales para mantener informada a la ciudadanía sobre lo acontecido y las medidas que deben tomarse al respecto.
Pero, ¿qué pasa cuando los máximos líderes de gobierno equivocan su estrategia al respecto?
Un caso relacionado ocurrió ayer por la noche, cuando Javier Duarte, gobernador de Veracruz, utilizó su cuenta oficial para informar sobre la explosión acontecida en la planta Colorados 3 de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV) en el complejo Pajaritos de Coatzacoalcos.
Mediante su publicación el mandatario indicó que la emergencia ya era atendida por los cuerpos y autoridades correspondientes, y que los protocolos necesarios habían sido activados para hacer frente a la contingencia.
El problema estuvo en la imagen que utilizó para ilustrar su mensaje, misma que en lugar de hacer referencia a lo ocurrido en Veracruz, era una fotografía de un bombardeo en Libia.
Segundos después el tweet fue eliminado, pero los comentarios de los usuarios referentes a la equivocación del gobernador no se hicieron esperar.
Y nada, que el inepto miserable de @Javier_Duarte puso imágenes de Libia en vez de Coatzacoalcos. #Veracruz pic.twitter.com/qFQISU7EF5
— CC (@karoconc) 21 de abril de 2016
No sé quién hizo este meme de .@Javier_Duarte, pero mi sincero reconocimiento 😂😂😂#WIN #QueNoTeCompreDuarte 😜 pic.twitter.com/KFmwx5Tt1n
— Fernando Belaunzarán (@ferbelaunzaran) 21 de abril de 2016
@rociojimenez15 @jcarloshuerta @carreraruiz70 el Gober de Veracruz utiliza foto de un bombardeo en libia y dice que es de coatza, vergonzozo
— jorgebrindis (@jorgebrindis) 21 de abril de 2016
Confusiones de esta naturaleza firmadas por instituciones y representantes de gobierno parecen ser una tendencia que cada vez se hace más evidente.
Recordemos lo sucedido con una campaña publicitaria lanzada por el Ayuntamiento de Morelia para promover el turismo con motivo de la visita del Papa Francisco. De esta manera, dicho organismo de gobierno, publicó una serie de fotografías con el fin de exaltar los atributos de la Catedral de Morelia; sin embargo las imágenes compartidas no correspondían al mencionado recinto religioso, sino a la Catedral de Durango.
En ese momento el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez, afirmó a diversos medios que si bien lo ocurrido era una equivocación lamentable, se trataba de un asunto que no debería de maximizarse, al mismo tiempo que detalló que fue “un error de los jóvenes que ayudan en el manejo de redes sociales”.
Ejemplos como los anteriores, sin duda, tiene un impacto importante en la imagen y credibilidad de diversos jugadores de gobierno, los cuales de no minimizarse y corregirse sólo figuran como obstáculos en cualquier acción de marketing político.
Frente al panorama, antes de pensar en grandes estrategias, el marketing político en el país debería cubrir los vacíos que ponen en claro la debilidad de los instrumentos de comunicación con los que cuentan diversas instituciones, organismos y representantes de gobierno, situación que resulta vital para ser parte de dinámicas de información en la que las audiencias son jugadores activos y los entes de gobierno deberían jugar como medios de comunicación e primera mano ante diversos acontecimientos.