En el último tercio del siglo pasado, y luego de la Segunda Guerra Mundial, Japón se convirtió en el líder del sector tecnológico.
Sin embargo, en los últimos 20 años, con el avance de China, Corea del Sur y otros países del sudeste asiático, el país nipón fue perdiendo terreno.
Con la honrosa excepción de Toyota, que con VW se alterna como líder mundial en venta de vehículos, Japón ha estado resignando importancia en el escenario de este segmento de la industria. Y lo quiere recuperar.
¿Cómo espera Japón volver a ser líder?
Lo hará potenciando al máximo su presencia en el mercado de las baterías, pieza clave en el desarrollo de los autos eléctricos.
En efecto, según dijo el gobierno este viernes 22 de abril, Japón apunta a tener una participación de más del 20 por ciento en el mercado mundial de baterías recargables en 2030.
Para conseguirlo, piensa incrementar 10 veces la capacidad de producción de las firmas japonesas hasta 600 gigavatios hora (GWh).
Es un crecimiento exponencial e impresionante que cambiará el escenario actual de la industria.
“Vamos a reforzar como nunca antes nuestro apoyo para ayudar a la industria japonesa de baterías a recuperar el market share global, espacio que se ha perdido en los últimos años en la pelea con rivales de China y Corea del Sur”.
Las palabras son de Nobutaka Takeo, máximo responsable del Ministerio de Industria japonés.
Market share de Japón en baterías
El market share de Japón en baterías de iones de litio mundiales usadas en autos eléctricos cayó del 40 por ciento en 2015 al 21% en 2020.
Al mismo tiempo, el market share en baterías utilizadas en sistemas de almacenamiento de energía se redujo hasta el 5 por ciento en el año de la pandemia.
En 2016, Japón fabricaba casi el 30 por ciento en ese segmento.
Según detalló el gobierno, el objetivo para 2030 es llevar la capacidad de producción de baterías usadas en eCars y sistemas de almacenamiento hasta 150 GWh. Hoy tiene produce 20 GWh.
Al mismo tiempo, planea extender la potencia de producción mundial de los fabricantes de baterías con base en Japón, de los 60 GWh actuales, a 600 GWh para 2030.
También va a apuntalar la venta a escala de baterías de estado sólido.
Las baterías son vitales para que Japón consiga la neutralidad de carbono en el año 2050. Su desarrollo es clave porque es la tecnología más relevante en la electrificación de los automóviles y otros medios de movilidad.
Si bien se hizo el anuncio, el gobierno no dijo específicamente cómo planea apoyar a las empresas, si con subsidios, préstamos u otras formas de apuntalamiento estatal, como exenciones impositivas.
De acuerdo con lo comunicado difundido por Reuters, los detalles se presentarán antes de junio de 2022.
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