- Usar ironía y psicología inversa en publicidad puede ser efectivo para captar atención.
- Sin embargo, requiere conocer bien al público objetivo, claridad en el mensaje y adaptación al contexto cultural.
- Mira esta estrategia de Oslo que contrasta con las campañas turísticas elaboradas.
En la última campaña publicitaria de Visit Oslo, el organismo de turismo de la capital noruega, un residente local describe con aparente indiferencia las características de la ciudad.
Esta estrategia, desarrollada por la agencia creativa NewsLab, emplea la ironía y la psicología inversa para marcar las ventajas de Oslo frente a otras grandes ciudades europeas.
A través de la perspectiva un tanto “desganada” de Halfdan, un habitante de Oslo de 30 años, el anuncio revela las diversas virtudes de la ciudad.
Entre estas cualidades se encuentran la accesibilidad, el ambiente acogedor, la oferta cultural sin largas esperas y la facilidad para desplazarse por la ciudad.
“Todo está tan… disponible. No hay exclusividad”, dice el protagonista del spot mientras pasea por las calles de Oslo.
“Oslo parece un pueblo. Giras la esquina y ‘oh, ahí está el Primer Ministro’”, agrega, acompañado de imágenes cotidianas que contrastan con la grandiosidad y producción elaborada que suelen caracterizar a otras campañas turísticas.
En medio de esta discreta estrategia, el anuncio presenta algunos de los lugares más emblemáticos de la capital noruega, como el Museo Nacional y la famosa obra “El Grito” de Edvard Munch.
Ironía y psicología inversa en publicidad: el caso Oslo
La campaña adopta una estética simple y agradable que transmite el mensaje de que Oslo es una ciudad tranquila e interesante, un lugar donde disfrutar de los placeres sencillos.
Este contraste con las imágenes y narrativas predominantes en el sector turístico, que a menudo buscan la espectacularidad digna de Instagram, resalta la autenticidad de las experiencias en Oslo.
La campaña también refleja la creciente tendencia conocida como “turismofobia”, dicen en RW, que surge del impacto negativo del turismo excesivo en las comunidades locales.
En muchos países en la actualidad se están implementando iniciativas comunitarias para desincentivar el turismo masivo.
Estrategia publicitaria de usar la ironía y la psicología inversa
La utilización de la ironía y la psicología inversa en campañas publicitarias puede ser una estrategia eficaz para captar la atención y destacar en un mercado saturado.
Sin embargo, es importante tomar ciertos recaudos para que la campaña no resulte contraproducente.
- Conocer bien al público objetivo: Es fundamental entender si el humor irónico o la psicología inversa serán bien recibidos entre el público al que se dirige la campaña. Lo que puede resultar gracioso y efectivo para un grupo demográfico puede no serlo para otro.
- Claridad en el mensaje: Asegurarse de que el mensaje irónico o inverso no sea malinterpretado es esencial. La ironía puede ser sutil y, si no se comunica adecuadamente, puede llevar a confusiones.
- Contexto cultural: Adaptar la estrategia al contexto cultural del público es vital. Lo que puede ser visto como ingenioso en una cultura puede ser considerado ofensivo en otra.
Cuándo usar la ironía en publicidad
- Para diferenciación: En mercados saturados, la ironía y la psicología inversa pueden ayudar a una marca a destacarse.
- Para audiencias jóvenes: Los consumidores más jóvenes suelen apreciar el humor y la innovación en las campañas publicitarias.
- Para productos y servicios no convencionales: Si la marca o el producto ya es conocido por su originalidad, estas técnicas pueden reforzar esa percepción.
Cuándo no usar ironía en publicidad
- Para temas sensibles: Evitar el uso de ironía o psicología inversa en campañas que traten temas delicados o controvertidos.
- Para públicos tradicionales: Si el público objetivo es conservador o poco receptivo al humor irónico, estas estrategias pueden fallar.
- En contextos de crisis: Durante una crisis o situaciones serias, estas técnicas pueden ser vistas como inapropiadas o insensibles.
Ejemplos de campañas exitosas
Volkswagen “Think Small”: La icónica campaña de Volkswagen para el Beetle utilizó una combinación de humor y psicología inversa, destacando lo pequeño y diferente que era el coche en comparación con los grandes automóviles americanos, lo que resultó en un éxito rotundo.
Old Spice “The Man Your Man Could Smell Like”: Esta campaña utilizó ironía y humor absurdo para reposicionar a Old Spice como una marca fresca y divertida, captando la atención de un público más joven.
Avis “We Try Harder”: Avis utilizó la psicología inversa en su campaña al admitir que eran el número dos en el mercado de alquiler de autos, lo que significaba que tenían que esforzarse más, ganándose la simpatía y preferencia del público.
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