Los servicios de streaming de música son un negocio cada vez más relevante. Datos del primer trimestre de 2020 de Statista dicen que la cantidad de suscriptores de transmisión de música en todo el mundo ascendió a 400 millones, comparado con menos de 305 millones a fines de la primera mitad de 2019.
Su auge se debe a que las suscripciones de transmisión de canciones pagas se han convertido en la norma para muchos fanáticos de la música y el mercado ha experimentado un incremento consistente e impresionante en número de suscriptores durante los últimos años.
Las posibilidades de negocio, especialmente entre los artistas más importantes, son impresionantes.
Un dato que evidencia esta expectativa es el interés del gigante Blackstone en el sector.
Así es, el fondo estadounidense dijo este martes 12 de octubre que invertirá alrededor de 1.000 millones de dólares para asociarse con la firma de asesoría propiedad del ejecutivo musical Merck Mercuriadis con el objetivo de comprar derechos musicales y grabar canciones.
Como parte de la asociación, Blackstone adquirirá una participación en Hipgnosis Song Management, un asesor del inversor de catálogos de música Hipgnosis Songs Fund.
Mercuriadis, fundador y CEO de Hipgnosis Song, tiene acuerdos con varios artistas importantes como el compositor de Taylor Swift, Joel Little, con Neil Young y con el productor de Metallica, Bob Rock.
Además, y con fuerte interés en el mercado latinoamericano, Hipgnosis Song también selló un contrato a comienzos de 2021 para comprarle 145 canciones a Shakira.
De esta forma, Blackstone, a través de Hipgnosis, está invirtiendo en la tres veces ganadora del Grammy, muy famosa por temas como “Hips Don’t Lie”, “Suerte (Whenever, Wherever)”, “Underneath Your Clothes” y la canción oficial del mundial de Sudáfrica 2010, “Waka Waka”.
Blackstone ya ha puesto dinero antes en canciones y artistas, en los últimos años apostó en MNRK Music, antes conocida como eOne Music, y en Sesac.
Además, Hipgnosis tiene en su propiedad los derechos de las obras de Lindsey Buckingham y del productor de discos Jimmy Iovine.
Por su parte, Bob Dylan vendió su catálogo completo a Universal Music Group en diciembre de 2020.