Por Erika Haller, Directora de la PrƔctica de Salud en Weber Shandwick
En el modelo económico actual ha prevalecido la cultura del privilegio que neutraliza las desigualdades y la discriminación, manteniéndose sin resolver temas urgentes como el trabajo, en donde las mujeres experimentan reveses en términos de derechos laborales, participación en la fuerza de trabajo e ingresos, la brecha de género en la educación a todos niveles o los problemas de salud mental, como ansiedad y depresión postpandemia, que mostraron un mayor incremento en mujeres.
Pero la salud de la mujer no se centra Ćŗnicamente en el aspecto de salud reproductiva y ginecológica o a ciertas etapas de la vida, va mucho mĆ”s allĆ”. Durante dĆ©cadas, las mentes cientĆficas consideraron que todos los órganos humanos funcionaban igual en hombres y mujeres, a excepción del Ćŗtero; y aunque por mucho tiempo se haya reducido a estos aspectos, manteniendo una visión un tanto patriarcal, la realidad es que esto no es asĆ.Ā
Por dar algunos ejemplos, una mujer tiene un 20% de mayor probabilidad que un hombre de desarrollar un problema cardiaco o de morir en un lapso de 5 aƱos posterior a su primer ataque severo, pero, a diferencia de un hombre que comienza a sentir los sĆntomas de un evento cardiaco, las mujeres tardan en promedio 30 minutos mĆ”s que los hombres en trasladarse al hospital. Son mĆ”s propensas a malinterpretar o desestimar sus sĆntomas. Estudios demuestran que a menudo se asume que las mujeres que acuden a urgencias con dolor abdominal tienen un problema ginecológico, por lo que muchos mĆ©dicos creen que es mĆ”s probable que necesiten la administración de opiĆ”ceos que una intervención quirĆŗrgica.Ā
Y si hablamos de aspectos como la menstruación y la menopausia nos daremos cuenta de que son temas en los que no se profundiza mucho en conversaciones abiertas y se mantienen con cierto velo.Ā
Los medios, tradicionales y sociales, pueden resultar de gran ayuda para visualizar problemas en la salud de las mujeres, mientras que las marcas pueden tambiĆ©n tener una participación mĆ”s activa no solo como vendedoras de productos especĆficos orientados a la salud de la mujer, tambiĆ©n como auxiliares en la divulgación de información que pueda ayudar a una causa especĆfica y, sobre todo, a derribar las barreras y sesgos de gĆ©nero en los aspectos de la salud.Ā
En Weber Shandwick hemos contribuido en la creación de distintas campaƱas para fomentar la salud de la mujer. Un ejemplo de ello es la campaƱa The uncover Project, creada y dirigida por Weber Shandwick ParĆs, para nuestro cliente Frida (una empresa nueva, fabricante de prendas de vestir para mujeres lactantes) con el objetivo de detener la estigmatización y hostilidad en contra del amamantar en pĆŗblico en Francia.Ā
La campaƱa consistió en crear falsas portadas de revistas con el perfil de seis madres que, reflejando la diversidad de la sociedad, creaban una ilusión óptica y los lectores al personificar a una madre lactando.Ā
Se distribuyeron mĆ”s de 50,000 copias en toda Francia y a sólo casi 3 semanas de su lanzamiento el proyecto consiguió mĆ”s de 100 millones de impresiones ganadas, extensiva cobertura en medios: noticieros nacionales, prensa nacional, mujeres y estilo. El valor publicitario generado en 3 semanas fue mayor a $2 millones USD. Importantes celebridades e influencers se vincularon creando selfies y miles de miembros del pĆŗblico tambiĆ©n lo hicieron y compartieron las fotografĆas con un 99.5% de retroalimentación positiva.
Si bien queda mucho por hacer, si ahora no se produce un punto de inflexión para una acción de responsabilidad compartida en materia de salud de la mujer mĆ”s justa e intencionada uniendo sectores pĆŗblico y privado en todos los Ć”mbitos, nuestras hijas, hermanas y sobrinas, probablemente se enfrentarĆ”n a las mismas realidades que nosotras: vivir con un sesgo de información y comunicación relacionada a su salud; las mujeres alzarĆ”n la voz, pero no se sentirĆ”n escuchadas.Ā
En Weber Shandwick creemos que, desde el punto de vista de la comunicación, es indispensable redefinir el concepto mismo de salud de la mujer, que trasciende la salud reproductiva. Si queremos satisfacer las necesidades no cubiertas de las mujeres, debemos situarlas en el centro de la salud, de toda la salud, pero como comunicólogos, debemos ser un canal adecuado para difundir y promover cada vez mÔs la salud de las mujeres.