En el último par de años hemos sido testigos de un cambio sin precedentes en la economía digital. Los servicios financieros en línea y el comercio electrónico son dos de los sectores que han crecido de manera exponencial en este periodo. El desarrollo de este ecosistema ha estado acompañado de la creación de nuevos modelos de operación y negocio, claro, pero también se han apalancado de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA).
Esta tecnología ha jugado un papel muy importante en diversos aspectos del crecimiento de estos sectores. En el caso concreto de la Inteligencia Artificial, ésta ha permitido que las empresas optimicen sus procesos y conozcan más a sus clientes para ofrecer mejores productos y servicios.
Gracias a esto, los negocios han podido mejorar en materia de experiencia de usuario, atención al cliente, recomendaciones personalizadas, gestión de riesgo, detección de fraudes, validación de identidad y otros elementos relacionados con la seguridad. Con esto en mente, se podría decir que la Inteligencia Artificial se ha convertido al mismo tiempo en guía y guardián de la economía digital.
La Inteligencia Artificial está perfilando nuevos alcances y aplicaciones para la economía digital, estas transformaciones llevan algunos años desarrollándose, pero es a partir de la pandemia por Covid-19 que son más evidentes. Dicha transformación afecta a las empresas, su oferta, estrategia, competitividad e innovación. De la misma manera, afecta al usuario al cambiar sus hábitos de compra, como por ejemplo nuevos métodos de pago, compras en línea, etc.
Una de las herramientas clave en este proceso son los chatbots impulsados por Inteligencia Artificial, ya que permiten recopilar información de los usuarios y procesar estos datos para generar viajes cada vez más personalizados y satisfactorios para los clientes.
El conocimiento sobre los clientes se puede traducir en un aumento en el nivel de satisfacción y fidelización de los usuarios, obtener un mejor rendimiento, incrementar las ventas, personalizar los servicios, entre otra gran cantidad de beneficios para los negocios que participan en la economía digital.
Seguridad y confianza
Además de las aplicaciones anteriormente mencionadas, la Inteligencia Artificial tiene un rol clave en la seguridad del ecosistema digital. Para brindar una mayor certeza y confianza a los usuarios es imprescindible ayudarse de las soluciones que ofrece esta tecnología. No obstante, junto a la economía digital también crecieron los desafíos.
Amenazas como el robo de identidad, el fraude digital, ataques cibernéticos, contracargos, por poner solamente algunos ejemplos, se han multiplicado de manera alarmante en los últimos años. Se estima que para 2025 las pérdidas por ciberdelincuencia a nivel global alcanzarán un costo anual de 10.5 billones de dólares, de acuerdo con un reporte de Cybersecurity Ventures.
En este sentido, la Inteligencia Artificial y sus múltiples soluciones actualmente desempeñan un papel de “guardián” de la economía digital. Y con los años cobrará incluso más relevancia en este ecosistema. Por medio de los algoritmos de machine learning, por ejemplo, las empresas pueden identificar y detectar a tiempo posibles fraudes digitales. Gracias a la implementación de estas tecnologías y soluciones, los negocios pueden evitar pérdidas económicas y de clientes, además de eficientar sus plataformas y el servicio a sus clientes.
En el caso de instituciones financieras o prestamistas digitales, ya sean fintech, banca digital, lenders u otras, las herramientas de la Inteligencia Artificial les dan la posibilidad de validar la identidad del cliente y de ofrecer soluciones financieras acorde a sus necesidades.
También puede analizar los patrones de uso de tarjetas bancarias y detectar gastos irregulares, enviar recordatorios de los pagos importantes como la luz o el seguro de auto. Algunas fintech también han aprovechado esta tecnología para brindar a sus usuarios servicios más personalizados para hacer presupuestos, gestión de gastos o hasta metas de ahorro para imprevistos. Así es como las nuevas funcionalidades de la Inteligencia Artificial le han permitido convertirse en un “guardián” digital.
Gracias a esta tecnología, todas las empresas que participan en la economía digital pueden ofrecer servicios a la medida de sus clientes y posicionarse como negocios competitivos, preocupados y ocupados en solucionar problemas e innovar en su sector.
La Inteligencia Artificial, y sus diferentes soluciones, son una parte vital del engranaje de la economía digital y continuará ganando fuerza en los siguientes años. Esta tecnología se adapta y mejora constantemente para proteger, prevenir y combatir las diferentes amenazas y riesgos que impactan a los jugadores del ecosistema digital.