Apenas hace unas semanas Intel anunció una importante reestructura al interior de la compañía que incluye el recorte de alrededor de 12 mil trabajadores y el ajuste en varias de sus unidades de negocios.
Ahora, el gigante tecnológico se retira de otro importante mercado; el del desarrollo de procesadores para dispositivos móviles. La compañía confirmó que suspenderá el proyecto Broxton, la siguiente generación de procesadores Atom pensados para teléfonos móviles y tabletas.
Tampoco continuará trabajando en SoFIA, un chip de bajo costo con el que la compañía de Santa Clara planeaba realizar un asalto a los teléfonode móviles de gama baja, según explicó a los medios un portavoz de Intel.
Una de las principales razones por las que se da este paso, es que Intel sigue sin ser competitivo en cuanto a la fabricación de microposesadores para móviles, donde Snapdragon de Qualcomm (la mayoría de dispositivos Android), los A9 de Apple y Exynos de Samsung, dominan el mercado. Esta división le produjo pérdidas a la tecnológica por 4,200 millones de dólares, de acuerdo con datos de su último reporte correspondiente a 2014.
Por ello la marca opta por enfocar sus esfuerzos y recursos en productos que dejen muchas más utilidades y permitan avanzar en la estrategia que ahora se plantean desde el interior de la compañía.
Entre los proyectos en los que la marca buscará su expansión, se encuentra el desarrollo de productos encaminados al Internet of Things (IoT). Además se prevé que buscará impulsar el desarrollo de funciones en la nube.
En tanto, de acuerdo con medios especializados, el mercado móvil no estará completamente descartado, ya que algunos de los procesadores de Intel, como la familia Core M, están enfocados a dispositivos portátiles de bajo consumo, así como a dispositivos híbridos como la gama Surface de Microsoft.