Internacional.- Las promociones se pueden generar estratégicamente para lograr los mejores resultados. O se puede hacer todo lo contrario.
Éste es el ejemplo de una promoción espontánea que le trajo grandes resultados a un restaurante de Padova, Italia.
Se trata del dueño de un local de comida que al ver que los niños de una de las mesas se portaron muy respetuosamente, decidió bonificarle a la familia parte de la compra. “Era un espectáculo demasiado bonito… ver cómo interactuaban todos entre sí en la mesa, me inspiró”, dijo Antonio Ferrari, el dueño del local, a Corriere della Serra.
“Los padres tenían más o menos mi edad, unos 40 años; y los niños, entre cuatro y seis. Yo no tenía confianza con ellos como para felicitarlos, era la primera vez que venían, así que opté por el descuento”, dijo Ferrari.
Ferrari publicó el ticket en su cuenta de Instagram y dijo que con gusto volvería a ofrecer el descuento si sucede algo similar. Aunque aclaró: “No quiero que esto se considere como una promoción u oferta permanente”.
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El descuento fue de 13 euros y la familia terminó pagando 262 euros.
Ferrari le reconoció al medio italiano que a la idea la tomó prestada de los Estados Unidos. “La copié de un local de Miami en el que estuve hace unos meses. Estaba allí de vacaciones. Siempre se puede aprender algo nuevo. Me encantó, y lo puse en práctica”; dijo.
El restaurante de Ferrari es mayormente para adultos, sin embargo, “los domingos se atiende a muchas familias con niños”, dijo. “Ya nos ha pasado de encontrar a niños encerrados en el cuarto de baño o derramando a agua. Es un problema no sólo porque se pueden resbalar y lastimarse ellos mismos, sino porque molestan a otros clientes”, explicó.
En los medios hubo publicidad gratuita para el restaurante de Ferrari que lleva su nombre y apellido.