Los usuarios de tarjetas de crédito y débito estamos cada vez más acostumbrados a deslizar nosotros mismos nuestras tarjetas por la ranura de una terminal para hacer nuestros pagos, algo que en Estados Unidos es casi la norma. Sin embargo el creciente número de fraudes por uso de tarjetas clonadas o falsas ha hecho que el país vecino cambie la normativa con la que se manejan estas transacciones y los estadounidenses cambien al método de insertar la tarjeta en la terminal. Esto se debe a que las nuevas reglas establecen que todas las tarjetas deben ser validadas mediante el chip y no la banda magnética.
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Después de que la industria de los mecanismos de pago libraran una batalla legislativa sobre a quién culpar por los fraudes, si a las tiendas, a los bancos o a los clientes, se determinó que aquellos comerciantes que no puedan procesar las tarjetas con chip podrían ser culpados por las transacciones fraudulentas que ocurran en sus tiendas. MasterCard y Visa establecieron el 1 de octubre como fecha límite para incorporar este cambio, mientras que American Express lo hará hasta el 16 del mismo mes.
Los consumidores no se verán afectados por el cambio. La diferencia será que los bancos podrán demandar a los vendedores que no tengan el equipo necesario para procesar las tarjetas.
Sin embargo, no todos los usuarios tendrán sus tarjetas con chip para la fecha indicada. Bancos como JPMorgan Chase y Bank of America recibirán sus tarjetas hasta finales de este año, y otros no las enviarán sino hasta 2016. En algunos casos, los bancos esperarán hasta que las tarjetas actuales de sus clientes expiren.
Las tarjetas que no tengan chips podrán seguirse utilizando hasta que expiren, y seguirán funcionando en las nuevas terminales, pero estas nuevas máquinas pedirán a los clientes que inserten su tarjeta, en lugar de deslizarla.
Ed Mierzwinski, director del programa para el consumidor del Grupo de Investigación sobre Intereses Públicos de Estados Unidos (PIRG, por sus siglas en inglés), dijo al diario The New York Times que “siempre hay que usar el dispositivo de insertar y no el de deslizar”, puesto que es más seguro.
Esta tecnología funciona así: para cada transacción, el chip crea un código único. La terminal envía este código al banco mediante la red de Visa o MasterCard; el banco lo contrasta con un código idéntico, y envía la validación a la terminal.
Este método ha sido usado en Europa durante años con muy buenos resultados. Voceros de la industria lo defienden a capa y espada pues aseguran que las tarjetas con chip no pueden ser clonadas de forma tan fácil como con las bandas magnéticas.
Insertar, en vez de deslizar la tarjeta, es un proceso un poco más lento, lo suficiente como para impacientar a algunos. El presidente de la firma de seguridad electrónica Coalfire, Kennet Westby, asegura mediante su blog que “Los clientes nos hemos acostumbrado a realizar transacciones muy rápidas con tarjetas de crédito”; sin embargo la firma espera que tanto clientes como compañías y bancos quedarán mejor protegidos.