En mĆ”s de una ocasión ha quedado demostrado que la lĆnea entre inspiración y plagio es muy delgada y ahora, esa es la polĆ©mica que se libra alrededor de ciertos diseƱos mexicanos.
Y es que ahora el Instituto Nacional de los Pueblos IndĆgenas (INPI) criticó el supuesto plagio de una serie de diseƱos textiles del municipio Mixe, Santa MarĆa Tlahuitoltepec, del estado de Oaxaca, por parte de una marca de moda estadounidense.
Lo sucedidoĀ
Desde sus redes sociales, el INPI publicó un comunicado en el que aseguró: āEl INPI reprueba el plagio de los diseƱos textiles, expresiones artĆsticas y culturales de los pueblos indĆgenas, pues forman parte de su propiedad intelectual y su uso indebido o sin autorización constituye una violación a sus derechos colectivosā.
El asunto tiene historia desde mayo pasado cuando la empresa de moda Anthropologie fue acusada de haber plagiado diseƱos textiles de la blusa Xaam nĆÆxuy de la comunidad de Santa MarĆa Tlahuitoltepec para plasmarlos en unos pantalones cortos deportivos, que se vendĆan en la pĆ”gina web de la firma por mil 693 pesos en tres colores distintos.
Ante esto, las autoridades de la comunidad oaxaqueña realizaron una den cita sobre el caso, exigiendo la suspensión inmediata de la venta e dicho producto al tiempo que invitaron a los consumidores a no comprar las prendas.
Exijo un alto al robo y saqueo de la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indĆgenas de MĆ©xico.
Por eso mas que nunca se justifica un nuevo marco constitucional y legal que reconozca el patrimonio cultural y la propiedad intelectual colectiva de nuestros pueblos! https://t.co/H4QZxpPqWf
ā Adelfo Regino Montes (@DEELAYUUK) July 7, 2021
Lo que estĆ” en juego
En este punto, es importante mencionar que la pelea por el uso de estos diseños grÔficos va mÔs allÔ de simplemente la utilización de los elementos grÔficos.
La blusa Xaam nïxuy es parte de la indumentaria tradicional de la mujer ayuujk y es producto intelectual del pueblo Mixe. En ella estÔ representada su cultura y cosmovisión iconogrÔfica.
n este sentido, llama la atención el ArtĆculo 31 de la Declaración de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos IndĆgenas el cual dictaĀ que āes un derecho de las comunidades mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio culturalā asĆ como amyner la propiedad intelectual de los mismos.
Esta no es la primera vez que una marca de moda se ve involucrada en acusaciones de plagio con diseƱos mexicanos.
En meses pasados, Zara fue acusada nada menos que por el gobierno de México de vender ropa oaxaqueña, solo que con diseños robados, en algo que se conoce como apropiación cultural.
La SecretarĆa de Cultura Federal, en aquel momento, emitido una ficha de denuncia en que ArtesanĆas Yoāo lta acusa a Zara de masificar con su vestido Midi, una prenda representante de la cultura Mixteca.
La confección de prendas en diversas regiones de México corresponde a propiedad intelectual celosamente resguardada por toda clase de comunidades, debido al peso que tienen diseños o telas, cuyo réplica y explotación sin pagar por ello se ha convertido en una de las peores plagas en la actualidad.
De esta manera, queda claro que la lĆnea entre inspiración y plagio parece ser cada vez mĆ”s delgada y mantenerse al margen es vital para evitar pĆ©rdidas y golpes duro la reputación de cualquier marca.