Los ingrediente que se encuentran en productos de toda clase, pueden jugar un papel fundamental a favor o en contra de las marcas.

Un reciente estudio que llevó a cabo el North American Contact Dermatitis Group descubrió que, más de un 10 por ciento de personas que participaron en él reaccionaron con alergias a fragancias con concentrados botánicos.

Las marcas que hasta ahora se venden bajo estrategias de marketing con la etiqueta de “origen natural”, han crecido en un 23 por ciento (2013-2015), de acuerdo a un estudio publicado por la firma NPD Group Inc.

Lo anterior da sentido a la pregunta de: ¿cuál es el impacto que tendrá en un mercado en crecimiento, la noticia de que sus ingredientes estrella están teniendo reacciones adversas en sus consumidores?

Una respuesta puede ser la próxima entrada en vigor de una reforma a la Ley de Estados Unidos, que prohibe el uso de microperlas dentro de jabones, shampoos y pastas de dientes, pues se trata de pequeñas partículas de plástico que contaminan por toneladas, siendo que en una perspectiva de marca, son un diferenciador para competir en un saturado mercado de consumo.

Ante estos riesgos, la exigencia para las marcas está en contar con estrategias de marketing fortalecidas en el beneficio básico que ofrecen, como elemento único y atractivo ante la competencia, pues frente al riesgo de construirse como el mejor producto del mercado, por contar con ingredientes que tras investigaciones pueden descubrirse como polémicos, la adecuación de esta oferta es indispensable ante una eventualidad.

Para la directora de la agencia española Food Consulting Spain, Marta Angulosólida, las claves para posicionar una marca de consumo están en que esta debe de ser clara, diferenciadora, competitiva y sostenible ante el paso del tiempo.

Aunado a esto, datos de Nielsen entregados en 2015 apuntaron a que los ingredientes son considerados por el 36 por ciento de los consumidores a nivel mundial, como el factor más importante al momento de comprar comida para bebés.

Los ingredientes de un producto no solo se trata de elementos que lo componen, son un gran determinante que los ayuda a ser adquiridos y expandir industrias como las que se comercializan con la etiqueta de “origen natural”. Frente a esta oportunidad, las marcas deben de aprender a conocer el valor de sus componentes, pues solo en esta medida podrán pensar en estrategias de marketing más dinámicas.