En una carta firmada por 187 empleados de Google, entre ellos un 80 por ciento ingenieros de software, se solicita al gigante tecnológico que se suspenda el lanzamiento de el buscador bautizado como ‘Dragonfly’ que permitirá al estado chino ejercer control sobre lo que consulten sus ciudadanos y censurar los resultados que aparezcan ante ellos en la pantalla.
La razón para tal solicitud, como lo expresan los trabajadores de Google, es que se trata de un proyecto con el que se estarían vulnerando los derechos humanos y explican que son parte de un grupo mucho mayor de denunciantes de la situación: “Nos encontramos entre los miles de empleados que han levantado la voz desde hace meses. Organizaciones de derechos humanos y periodistas de investigación han hecho sonar las alarmas, han subrayado los graves problemas en derechos humanos y han pedido recurrentemente a Google que cancele el proyecto”.
Así mismo, señalan que esta petición no está relacionada de forma puntual con China como país, pues “lo que objetamos son las tecnologías que ayudan a los poderosos a oprimir a los vulnerables, se encuentren donde se encuentren”, tal como publica desde el medio digital Medium, donde también puede leerse que, “El Gobierno chino, ciertamente, no está solo en su disposición a ahogar la libertad de expresión ni a emplear su vigilancia para reprimir a la disidencia. Dragonfly podría sentar un precedente peligroso en un momento político volátil. Un precedente que dificultaría a Google negarse a concesiones similares que le dirijan otros países”.
En el escrito también hablan de la decepción que sienten muchos empleados ante la empresa, a la que antes visualizaban como capaz de poner por encima de los valores económicos una posición distinta con respecto a la censura y la vigilancia, que con este proyecto estarían quedando en entredicho.
Esta situación se une también a otras distintas pero que igual afectan de forma negativa al gigante de los buscadores, como es el cancelado proyecto Maven con el que se pretendía desarrollar tecnología militar en drones con inteligencia y los casos de acoso sexual que terminaron con bonificaciones de hasta 90 millones de dólares para el denunciado, como ya se conoce, sucedió con Andy Rubin, creador del sistema operativo para móviles Android.