Desde que se inventaron las primeras máquinas de trabajo, se tiene una noción del peso de la ciberseguridad. Sin embargo, hoy en día tiene más importancia que nunca antes. Gran parte de esta conciencia parte de todos los incidentes que se han registrado en los últimos años. Ya sean cámaras de todo el mundo controladas por hackers o la filtración de secretos de negocio parece que siempre hay un escándalo en curso. No es para menos, considerando su atractivo.
En datos de TechRepublic, a escala global los hackers y criminales digitales están generando unos 1.5 billones de dólares anuales en sus ataques y robo de información. Literalmente una industria multimillonaria que se alimenta de empresas, organizaciones e individuos que no han invertido lo suficiente en ciberseguridad. Uno pensaría que esta amenaza sería suficiente para impulsar el gasto en software especializado. Pero un reporte de Statista pinta otro panorama.
La industria de la ciberseguridad en 2020
Hay algunos segmentos en los que las empresas no solo no están gastando más que antes, sino que incluso han contraído su inversión. Por ejemplo, en 2020 se invirtió 12.6 por ciento menos a escala global en equipo de seguridad para redes. También se vió una baja modesta de 0.3 por ciento en programas de ciberseguridad para consumidores. E incluso en el mejor de los casos, se espera que el gasto en protección de datos solo suba un 6.6 por ciento en 2021.
Lo cierto es que la pandemia sí ha cambiado cómo las empresas piensan en las prioridades de ciberseguridad. Por ejemplo, el 67 por ciento de las marcas dijeron que su gran preocupación en 2020 fue mejorar la seguridad de sus conferencias en línea. Más de la mitad también quiso invertir en fortalecer herramientas colaborativas y de interacción remota. A la vez, los sistemas en los que más confían las marcas para detectar amenazas son todavía los clásicos antivirus.
También hay un retraso crucial en la adopción de sistemas de ciberseguridad automatizados. El 44.2 por ciento de las empresas dicen que el nivel de automatización de su estructura de detección y respuesta a amenazas es bajo. De hecho, menos del 10 por ciento, en pleno 2020, dicen que tienen una tasa alta en este indicador. Y un preocupante 3.5 por ciento no tiene ni idea de en qué fase de evolución se encuentra. ¿Quieres saber más? Revisa esta infografía: