Uno de los grandes atractivos de las redes sociales era el gran alcance e influencia que se podía adquirir de manera orgánica. La inversión de las marcas era mínima y los resultados eran exponenciales en términos de exposición así como de alcance.
No obstante, ante la saturación de los medios y los cambios recientes en los algoritmos de entrega de información, este beneficio es cada vez menor. Las marcas ahora tienen que invertir mayores presupuestos para gestionar sus acciones en redes sociales, situación que con el paso del tiempo, sólo promete incrementarse.
La siguiente infografía intenta retratar esta realidad y entregar a las marcas así como a sus estrategas puntos clave para entender el nuevo contexto: