Aunque en cada país la COVID-19 ha tenido un efecto distinto, parece que ha pegado con más fuerza a México. Hace un par de días que se declaró formalmente la emergencia sanitaria para poder reducir el número de casos y evitar un colapso del sector salud. Varias empresas, como Uber, han tenido que iniciar inversiones millonarias para evitar el quiebre de socios y aliados. Y algunas marcas hasta suspenderán temporalmente la distribución de sus productos a tiendas.
Pero más urgente que la parte económica, es la situación de salud. Por las características de la enfermedad, la COVID-19 puede rápidamente desbordar a los sistemas médicos del país si no se toman medidas de mitigación. E incluso si el proceso de contagio e infección es lento, un sistema débil podría no tener suficientes instalaciones, equipo o expertos médicos para dar atención a todos los enfermos. En este sentido, ¿cómo es el entorno de México en el sector?
Las cifras del sector salud mexicano
De acuerdo con el Informe Sobre la Salud de los Mexicanos 2016, anualmente se titulan en el país unos 13 mil médicos generales y 11 mil licenciados en enfermería. Pero, en cifras de la Secretaría se Salud (SSa), muchos profesionales se concentran en pocas entidades. A la vez, esta cifra de especialistas, como porcentaje de la población, está por debajo de los estándares de la OCDE. Además, el gasto público del sector es equivalente al cinco por ciento del PIB.
Por otro lado, la cantidad de dinero que los mexicanos ponen de su bolsillo para cuidar de su salud es relativamente alta. De acuerdo con Statista, aunque ha ido bajando desde 2010, para el 2017 era de 41.28 por ciento del total. La misma firma apunta que los recursos se destinan en su mayoría a producir bienes médicos y a servicios hospitalarios. A la vez, 75 por ciento del público cree que no le alcanza para buena atención y que el tiempo de espera es muy largo.
Y como en otros países, hay grandes retos para un mejor sistema de salud. Según la UNAM, la reforma a este sector solo contribuyó a aumentar la desigualdad entre los diferentes sectores de la población. La OCDE señala que aún queda gran el reto de los “gastos catastróficos”, que pueden poner en la ruina a los pacientes. Y El Economista apunta que la gran mayoría de los hospitales del país son privados. Para conocer más cifras del sector, revisa nuestra infografía: