Poner al frente de los equipos de trabajo a verdaderos líderes es una tarea complejo pero que resulta vital para mantener la estabilidad de un negocio. Hallazgos de ResearchGate indican que la tasa de fracaso ante los cambios dentro de una empresa va de entre 70 y 90 por ciento, en donde la investigación cita el factor humano como la razón principal del fracaso.
En este sentido, no basta con contratar a aquellos perfiles que tengan las competencias necesarias para cubrir los aspectos técnicos del puesto: el temple y la personal juegan un papel vital.
En este sentido, es fundamental evitar desarrollar o convertirse en un líder “micromanagers”, condición que pone en riesgo los objetivos de la firma.