Durante años, los consumidores han sido bombardeados por publicidad digital poco enfocada, irrelevante y repetitiva. Más recientemente, han sido receptores de noticias falsas y contenido no confiable expulsado a través de las redes sociales, según mostró Content Connect II de Reuters.
En consecuencia, la confianza en los medios, la publicidad y el contenido en general es vacilante, y los consumidores se han vuelto más cautelosos y selectivos sobre el contenido que consumen, dónde lo obtienen y qué información eligen compartir.
Ahora son menos tolerantes a la publicidad intrusiva, lo que explica por qué el 45 por ciento de los consumidores globales usan un bloqueador de anuncios cada mes.
Los vendedores globales finalmente se sientan en sus asientos, y vemos un renovado interés en el consumidor y en lo que realmente quiere o espera de los proveedores de contenido y las marcas. Dos tercios de los CMO globales ahora creen que “las decisiones de marketing deberían basarse en cómo afectan al cliente, en lugar de la empresa”.
Este creciente interés en el consumidor hace que se centre cada vez más en el marketing de contenidos y el contenido de marca. Ambas funciones no solo se ven como mecanismos para eludir a los bloqueadores, sino como servicios que pueden entregar contenido relevante y atractivo al consumidor cuando más lo necesitan.
Casi ocho de cada 10 CMO globales utilizan ahora el marketing de contenidos, y este es uno de los servicios de marketing de más rápido crecimiento en términos de inversión de tiempo y crecimiento presupuestario.
Más empresas están haciendo más marketing de contenido que nunca antes, y para muchos, ahora representa un importante flujo de ingresos de marketing que se estima tendrá un valor global de más de 300 mil millones de dólares a finales de 2019.