Los consumidores han dejado de ser acumuladores de bienes para serlo de experiencias. Entender el concepto que se ha convertido en una de las máximas en la industria, es fundamental para entender las nuevas reglas del juego en el mercado, en donde sólo aquellas marcas que logren capitalizar el valor económico de las experiencias podrán salir avante.
Las cifras hablan por si solas. Desde ThinkJar refieren que el 55 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar más por una experiencia de compra positiva; no obstante, el porcentaje crece a 86 por ciento cuando sobre la mesa se pone una experiencia superior.
De igual manera, es pertinente mencionar que al no recibir una experiencia que cumpla con sus expectativas, el 13 por ciento de los clientes compartirá su descontento con 15 personas, mientras que cuando la ecuación juega a la inversa -una buena experiencia- el 72 por ciento de las personas compartirá su experiencia de compra con un promedio de 6 personas.
Estas cifras ponen en evidencia la importancia que tiene desarrollar acciones de marketing de experiencia cada vez más sofisticadas, hecho que demanda algo más que un simple evento o activación.
A continuación te presentamos una infografía con algunos puntos básicos a considerar al momento de diseñar una estrategia de esta naturaleza.