La Real Academia Española (RAE) define “influencer” a aquella persona “con capacidad para manipular a otras, principalmente a través de las redes sociales”, pero este súper poder no es utilizado siempre en iniciativas positivas.
Hace casi un mes explotó el escándalo porque varios de estos influencers mexicanos prestaron su imagen para hacer campaña a favor de un partido político, aun cuando la veda electoral lo prohibía. Algunos incluso llegaron a admitir en mea culpa posteriores que ni siquiera sabían de qué se trataba la propuesta de dichos candidatos.
Pero éste no es el único terreno en que permean los llamados influenciadores de masas. Una investigación realizada por Ethos Laboratorio de Políticas Públicas reveló cómo a través de una ambiciosa campaña publicitaria las tabacaleras British American Tobacco y Philip Morris promocionaban sus productos como una alternativa “libre de humo”, a través de jóvenes con miles de seguidores en las redes sociales.
Esta campaña viola la Ley General para el Control del Tabaco que prohíbe de manera expresa “la publicidad, promoción, patrocinio, comercio y venta a través de redes sociales e Internet” de cualquier producto de la industria.
Este antecedente prendió las alarmas de la Asociación Civil Refleacciona con Responsabilidad que, de acuerdo a su página web, busca mejorar la sociedad mexicana a través de la incidencia en espacios públicos, seguridad vial, salud y bienestar, y, el desarrollo de estrategias sociales, y llevó a esta Asociación a rastrear y denunciar ante la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) 221 sitios en redes sociales y la web que promueven el uso del tabaco.
De esta investigación resultaron al menos 62 denuncias de publicaciones de cuentas de influencers en Instagram, Facebook y TikTok, entre junio de 2020 y febrero de 2021 ante Cofepris, relacionadas con la venta y publicidad de vapeadores y cigarros electrónicos, además de publicaciones que incitan, promocionan o promueven el uso de estos artefactos. De esas 62 publicaciones reportadas ante Cofepris, 57 continúan publicadas.
La situación no puede catalogarse de menos que grave cuando vivimos en un país como México en el que en menos de dos décadas el número de fumadores se incrementó de 9 a 13 millones de personas, y las enfermedades asociadas al tabaquismo matan a más de 53 mil personas cada año, según la expresidenta de la Comisión de Salud, diputada Miroslava Sánchez Galván (Morena).
Por su parte, el estudio Panorama epidemiológico del tabaquismo publicado el año pasado por la Secretaría de Salud federal el tabaquismo “es un problema en ascenso” entre niños y adolescentes, quien cada vez son más propensos a caer en otros vicios. “El tabaquismo en los adolescentes representa un problema serio, ya que invita al consumo de otras drogas: se asocia a un mayor riesgo (14%) de consumo de mariguana y alcohol. Además, 97.2% de los fumadores consumen una segunda droga, principalmente alcohol, y el 83% consume una tercera: la mariguana”, concluye el análisis.
De nada sirvió el empeño de la Cámara de Diputados y los senadores en aprobar en abril la Ley General para el Control del Tabaco si la norma no se respeta.
