A esto sumemos que los influencers son un medio de comunicación que permiten una llegada más segmentada y menos costosa que los tradicionales, pero que no los libera de una condición clave: la ética.
Voy al punto. En el último tiempo palabras como criptomonedas o bitcoin ya son parte de nuestra vida. De hecho, las redes sociales son el principal canal de comunicación de estas empresas por lo que es común ver a celebrities e influencers alentando a su comunidad a invertir en estas monedas digitales.
Ahora, siguiendo lo que propone CONARP ¿una publicación en la que un influencer alienta a invertir, es publicidad o recomendación? En redes sociales, esta línea es muy delgada y no está regulada por lo que el auge de influencers, celebrities y deportistas hablando de activos digitales puso en alerta a organismos como la CNMV de España que considera que cuando las acciones de este tipo, por parte de personajes públicos, sean retribuidas en dinero deberán alcarar: “La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido”.
Esto deviene como consecuencia de numerosos casos detectados de estafas piramidales, en varios países del mundo. En Argentina, por ejemplo, la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores, solicitó informes a celebrities e influencers que promocionaron, en sus redes sociales, el sistema de criptomonedas “Vayo Coin”, a raíz de las denuncias de consumidores contra esta empresa y dado que la misma no está registrada en la CNV, requisito para este tipo de operaciones.
Estas personalidades deberán indicar si lo que expusieron en sus perfiles sociales está vinculado a una experiencia personal y real de inversión o si se trata de publicidad. En caso de que realmente hayan invertido, se les solicita la documentación probatoria y si no lo hicieron, tendrán que explicar cuáles fueron los términos de contratación.
El uso de celebridades e influencers al servicio de las monedas digitales es cada vez mayor y, aunque hasta la SEC estadounidense se pronunció al respecto diciendo que invertir en un producto o servicio sólo porque un famoso lo diga no es una buena idea, una encuesta de la consultora Cardify mostró que las personalidades públicas son la principal fuente de información para los inversores en criptodivisas. Pero si bien la mayoría de las personas confía en las recomedaciones de los influencers, esto es así siempre que realmente usen los productos que promocionan o aclaren cuando se trata de una publicidad paga.
En este sentido, la Superintendencia de Industria y Comercio colombiana en su guía de buenas prácticas para influencers, recomienda entender que los contenidos que los prescriptores difunden en sus redes están dirigidos a una audiencia que tiene derechos básicos como el de recibir información transparente, verificable y comprensible respecto de lo que promocionan, así como sobre los riesgos que puedan derivarse de su uso o consumo. Como consecuencia, esto obliga a un comportamiento ético, auténtico y creíble, por parte de los influencers, diferenciando entre recomendación e información con el objetivo de que las audiencias puedan tomar decisiones informadas.
En definitiva, que los influencers transmitan sus mensajes con responsabilidad es clave especialmente a la hora de promover inversiones porque, como decíamos al inicio, son un medio de comunicación y, como tal, tienen la responsabilidad ética de verificar la calidad del contenido antes de publicarlo.