Luego de un 2022 muy complicado en cuanto a los datos económicos, hay una luz al final del túnel.

La inflación está golpeando en todos los países desde mediados de este año, cuando a la salida de la pandemia de coronavirus se le sumó la guerra entre Ucrania y Rusia, situaciones que elevaron el costo de las materias primas, impactando en los precios minoristas.

En Europa, los Estados Unidos y en el resto del mundo, incluido México, se han visto niveles inflacionarios inéditos en este siglo, con tasas superiores al 10 por ciento anual.

En el Reino Unido, por ejemplo, los problemas económicos derivados de la inflación precipitaron la salida de dos primeros ministros.

Inflación 2023: mejoran las expectativas

Pero a pesar del escenario complicado, las cosas parecen estar cambiando. Al menos, para algunos analistas.

Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg, dice que los últimos datos de precios de producción de Alemania y de la eurozona en general están indicando que la inflación empezará a disminuir de forma significativa en la primavera, cuando la actividad económica debería recuperarse luego de que Europa supere el invierno.

Por otra parte, dice que no se espera que la suba de los salarios ayude a impulsar los precios.

Schmieding estima que la inflación caerá a un mínimo del 2 por ciento en la primavera de 2024, tanto para Alemania como para el conjunto de países de la eurozona.

“Durante años, el Banco Central Europeo (BCE) ha estado subestimado las presiones inflacionarias estructurales a largo plazo”, dijo el economista. Y agregó: “A juzgar por las últimas proyecciones, el BCE ahora parece estar corriendo el riesgo de cometer el error contrario, es decir, sobreestimando la persistencia de inflación elevada en la eurozona”.

En paralelo, el Banco de España también dio señales positivas para la economía.

En efecto, la máxima autoridad monetaria de ese país revisó al alza sus previsiones de crecimiento para la economía de 2022 hasta el 4,6%, un dato mejor de lo previsto en los últimos meses, publica El País.

El Banco de España también recortó las expectativas de inflación para el 2023, en un escenario en el que la caída de la demanda externa que se vería compensada por los mejores datos de finales de 2022 y la prórroga de las medidas del Gobierno.

En este contexto, el máximo rector de la política económica de España espera que si no se produce un nuevo shock, la economía evitará la tan temida “recesión técnica”. En especial, luego de las evoluciones más favorables observadas en el precio de la energía.

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