Buenos Aires, Argentina.- Sandra, una orangután que vive encerrada desde hace 20 años en el zoológico de Buenos Aires, ganó una batalla judicial tan extraña como sin precedentes en el mundo: logró su libertad y se irá a vivir a Brasil.
La justicia argentina hizo hablar al mundo de este tema. Es que le concedió a una orangután un “hábeas corpus”, reconociéndole derechos básicos como “sujeto no humano” para que pueda ser trasladada a Brasil y vivir en “semilibertad”.
Así como lo lees: en un fallo inédito, la Sala II de la Cámara de Casación Penal dispuso que la orangután de Sumatra, de nombre Sandra (29 años), que ha pasado las últimas dos décadas en el zoológico de la ciudad de Buenos Aires, pueda gozar de este beneficio y se le reconozca como una persona jurídica.
“La resolución, firmada por los jueces Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Pedro David, sienta un precedente radical en la jurisprudencia argentina, que hasta ahora consideraba a los animales como cosas”, según publicó La Nación.
Hay que decir que tanto para la justicia argentina como para el resto de la jurisprudencia internacional, los animales están amparados por el régimen de propiedad privada y no son pasibles de gozar de derechos o personería jurídica, como los individuos o las compañías. En todos lados, pedidos similares de hábeas corpus fueron rechazados.
¿Quién pidió el habeas corpus? Había sido solicitado en noviembre de 2014 por la Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derecho de los Animales (Afada) alegando el confinamiento injustificado de un animal con probada capacidad congnitiva. Puntualmente, se pidió que pudiera vivir entre sus congéneres y en un lugar adecuado.
¿Y ahora? El zoológico tiene 10 días para que la Corte Suprema de Justicia pueda rever la decisión de la Cámara y frenar la liberación de la primate. Si no es así, sería trasladada a un santuario en Brasil.
“El fallo abre un camino, no sólo para los grandes simios, sino también para el resto de aquellos seres sintientes que se encuentran injusta y arbitrariamente privados de libertad en zoos, circos, parques acuáticos y centros de experimentación”, dijo Pablo Buompadre, presidente de Afada.
“Sandra nació en 1986 en el zoo alemán de Rostock y llegó al de Buenos Aires en septiembre de 1994”, según la BBC.