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Ricardo Salinas ha arrancado con una edición parecida a La Ciudad de las Ideas y el concepto es un claro movimiento para salvar el encuentro.
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Este tipo de encuentros reviven la industria de eventos y confirman el valor de la interacción en lugares pensados para esta actividad.
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Las decisiones que toman personalidades como Ricardo Salians y el impacto que una mala marca personal como Andrés Roemer tienen son fundamentales para entender a la industria.
La industria de eventos pasó por sus peores cifras durante la contingencia sanitaria y van unas simples cifras para repasar el hecho. Primero tenemos una proyección de Sales Force, donde la plataforma nos advierte de cuáles son los principales tipos de eventos que hay en el mercado.
Existen, al día de hoy, proyecciones de que entre 2020 y 2022, los eventos virtuales pasaron de celebrarse en un 35 por ciento a 40 por ciento. Los eventos híbridos en este mismo comparativo han pasado de tener un interés de 32 por ciento a 30 por ciento ciento, mientras que los eventos en persona pasaron de 32 por ciento a 30 por ciento.
Realizar eventos en persona ha sido una estrategia de gran valor en la industria y después de la contingencia sanitaria se ha convertido en una pauta tremendamente relevante, donde se busca retomar la experiencia a la que muchas marcas y consumidores se han acostumbrado.
Revivir los eventos
Con la anterior advertencia es valioso ver el regreso de los eventos y la capacidad que hay en poder comunicar las experiencias que en estos se llevan a cabo. Un gran ejemplo es la entrega de los premios Oscar.
Durante la pasado edición de esta premiación, atestiguamos uno de los hechos más bochornosos, con la agresión física que Will Smith propicio a Chris Rock.
El incidente sin lugar a dudas se convirtió en un lamentable hecho de cómo los eventos y el regreso a ellos debe estar preparado para nuevas actividades y protocolos como el uso correcto y permanente de cubrebocas; el distanciamiento social y el estrés de los asistentes a este tipo de hechos, ante los cuales, los organizadores asumen nuevos protocolos de actuación ante ello.
Un gran ejemplo de este tipo de acciones también las hemos visto en diversos encuentros y uno de ellos fue el que se llevó a cabo en México, durante el concierto de Coldplay, donde después de la contingencia se estableció un nuevo concepto de interacción que apuesta por la inclusión, que fue la de traducir las canciones del artista a lenguaje de señas.
Otro caso ocurrió con Ricardo Salinas, cuando salvó el famoso evento de La Ciudad de las Ideas, que por años encabezó Andrés Roemer, quien enfrenta diversas acusaciones penales.
La simple estrategia de comenzar a llamar el evento como El Festival de las Ideas se convirtió en oportunidad para llevar a cabo este encuentro de nueva cuenta y al final del día ha sido el propio Ricardo Salinas, quien acudió a celebrar el arranque del festival, para poder consolidarlo.
Con el movimiento se logró mantener una cita que se tenía en un encuentro clave en la industria, que se ha tenido que adoptar tendencias y ejercicios fundamentales, en la forma como se logra interactuar con el consumidor, sobre todo en momentos críticos, cuando la reputación de Andrés Roemer esta atada a denucias penales, entre otras situaciones graves.
Lo que en su momento se conoció como Ciudad de las Ideas y ahora se convirtió en Festival se ha vuelto un testimonio de lo importante que es contar con buenos casos en el evento y marketing para poder establecer mejores pautas de atención con el consumidor convertido en audiencia.
Estos casos son prueba de lo importante que es la experiencia y cómo la demanda de eventos es tal, así como el carácter de cada uno de ellos con que se han consolidado, que han podido salir adelante no solo de una contingencia, también de situaciones inesperadas.
