Sin importar qué tan grande sea una empresa, requiere crear una estrategia a largo plazo para sus comunicaciones internas. La comunicación interna (CI) es la piedra angular de una organización y sin importar el tamaño del negocio, debe tener la combinación adecuada de herramientas y procesos para conectarse e interactuar con sus empleados, de forma efectiva.

De pronto, se les ha pedido a los trabajadores que se ocupen desde casa. Pero mientras algunos de ellos ya estaban acostumbrados a hacerlo desde antes del brote de COVID-19, otros tuvieron que adaptarse a ello en poco tiempo, en medio de una explosión de datos e información, así como la necesidad de atender toda la comunicación compartida por sus empleadores.

Los profesionales de CI han hecho un trabajo increíble al cambiar la forma en que se conectan y se comunican con los empleados. Sin embargo, es posible que deban revisar su estrategia o incluso redefinirla y determinar qué información van a compartir y cómo la van a compartir.

Una vez que se haya lanzado una estrategia de CI, deberá evaluarse de forma regular para mejorarla. Pongamos como ejemplo los “benditos” intranets que se volvieron indispensables. Resulta, que la mayoría de estas, tienden a estar desactualizadas o no son tan fáciles de usar. Como resultado, los empleados recurren a ellas con menos frecuencia, hasta que las abandonan. En una encuesta realizada por Prescient Digital Media, el 31% de los empleados admitieron que nunca habían usado sus intranets.

El auge de las nuevas tecnologías de la comunicación y la adopción de nuevos hábitos de trabajo debido al COVID-19, están revolucionando el lugar para laborar: necesitamos información para encontrarla en lugar de tener que buscarla; instantánea y personalizada y, mayor participación, como iniciar debates y ser más influyentes.

De hecho, los correos electrónicos, las intranets o las revistas impresas ya no son necesariamente los mejores canales para impulsar el compromiso de los empleados cuando estos están dispersos geográficamente. Una estrategia indebida, puede hacerlos sentirse excluidos de la organización, como resultado, su productividad puede disminuir y pueden sentirse desconectados.

Es por eso que repensar la estrategia de CI durante estos tiempos desafiantes es fundamental para el negocio. Es la única forma en que puede asegurarse de que los empleados permanezcan motivados y comprometidos mientras trabajan de forma remota.

Uno de los principales desafíos de comunicación a los que se enfrentan la mayoría de las organizaciones hoy en día, es el efecto silo, donde los departamentos, equipos o incluso empleados del mismo grupo, no se comunican lo suficiente y es posible que ni siquiera sepan lo que están haciendo el resto. La forma en que se comunica e interactúa con los empleados tiene un impacto directo en el éxito de la empresa.

Hay que entender, que a pesar de que los expertos en CI han cambiado el pulso de la comunicación durante la pandemia, tendrán que seguir evaluando y ajustando sus estrategias una vez que la crisis haya quedado atrás. Lo que está claro, es que el ajuste de la estrategia será una dinámica permanente, pues es probable que los empleados permanecerán geográficamente dispersos, ya que la mayoría de las empresas planean seguir ofreciendo un arreglo de trabajo flexible en el futuro. Bajo esta circunstancia, sin duda, la CI experimentará una continua metamorfosis.