Buenos Aires, Argentina.- Si la idea era llamar la atención, esta acción lo ha logrado. Durante el último fin de semana, los porteños vieron que a su máximo ícono, el obelisco, le había desaparecido la punta. Arte disruptivo e impacto visual.
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En una original intervención artística que logró su objetivo de llamar la atención de toda una ciudad, el obelisco de la avenida 9 de Julio, en plena Buenos Aires, sufrió una inesperada “amputación”.
Al menos, eso es lo que se veía cuando los porteños levantaban la vista y, al obelisco, le faltaba el extremo superior.
En realidad, se trató de una intervención que llevó adelante el artista argentino Leandro Erlich, a través del uso de paneles metálicos y espejos, creando una ilusión óptica de alto impacto: hacer “desaparecer” la punta del obelisco.
A la acción la llamó “La Democracia del Símbolo”, y explicó que en realidad no desaparece nada, sino que ocultó de la vista la punta del ícono porteño por excelencia.
En paralelo, Erlich montó una falsa punta del Obelisco en el museo Malba, que simula ser el fragmento que le falta al monumento ubicado en la avenida 9 de Julio.
“Me interesa cuestionar lo real y el orden establecido, abrir una ventana a otro horizonte. Crear juegos ópticos, espejos, laberintos a partir de cosas muy comunes como puertas, fachadas, casas. Que nada sea lo que parece ser me convierte en el hombre más optimista del mundo”, dijo Erlich a La Nación.
El obelisco ha sido objeto de múltiples intervenciones anteriores.