Con una semana de estreno “Lightyear” ha sido denominada ya como un fracaso para Pixar. Quizás es un poco precipitado, quizás sea ya un indicativo de lo que espera a la producción de 200 millones de dólares. “Lightyear” llegó a la taquilla con altas expectativas. Es la quinta entrega en la ahora saga de “Toy Story” y la primera película de Pixar en llegar a salas desde 2020.
Las proyecciones para “Lightyear” auguraban un debut entre los 70 y los 80 millones en EE. UU., el mercado principal para calcular los resultados de un filme. En su lugar hizo 51, colocándose debajo de “Cars 3” que en 2017 debutó con 53 y que, hasta el momento, es el uno de los filmes con peores resultados para el estudio. La cuestión de la primera semana en la taquilla está en que, en promedio, un filme pierde cada semana un 60% de los ingresos de la anterior. Es decir, a menor ingreso en su debut, menor tiempo en cartelera y menores ingresos. Ahora, CinemaScore, empresa que levanta la evaluación de los filmes por parte del público ha indicado que le otorgan una A-. Ésa es una buena noticia, pues, si bien no es el mejor (“Top Gun: Maverick” obtuvo la mejor nota con una A+), es lo suficientemente buena como para augurar un cierto “boca a boca” que ayudará a que haya buenos comentarios y, por ende, asistencia. En total la película hizo, ese primer fin de semana casi 86 millones de dólares, ya considerando la taquilla global.
“Lightyear” llegó a salas rodeada de controversia a causa de la “escena del beso”. La escena sucede entre dos mujeres y fue motivo de quejas de colaboradores de Pixar cuando se enteraron de que había sido editada. El estudio terminó reintegrándola y ello ha sido motivo de que no sea exhibida en más de una docena de países como Egipto, Irak, Kuwait y Palestina. Si ello impactó a la taquilla en EE. UU., México u otros países es una posibilidad, pero quizás no la única.
El concepto de “Lightyear” es quizás un tanto más complejo de entender, aunque eso no ha sido un obstáculo para Pixar antes en títulos como “Soul” o “Intensa mente”. “Lightyear” no es propiamente una spin-off, como se le ha denominado en lo general. Es decir, no es un derivado de una película donde un personaje obtenga su historia. En su lugar, es la historia, película, mejor dicho, que uno de los personajes vio (Andy, el niño-adolescente de “Toy Story”) que hizo que comprara a Buzz Lightyear. Eso explica por qué la voz de Tim Allen, uno de los aspectos que también se criticó, fuera cambiada por la de Chris Evans. Buzz Lightyear el de “Lightyear” es un personaje en una película, interpretado por un actor del universo humano de “Toy Story”; Buzz Lightyear el de “Toy Story” es un juguete, es merchandising en ese universo.
El marketing de Pixar usualmente se enfoca en la historia del filme. En “Lightyear” recayó más en la nostalgia y su conexión con “Toy Story”, lo que causo tanto ciertas expectativas como cierta confusión. Las películas de “Toy Story” tienen elementos que están en gran medida, por no decir en su totalidad, ausentes de “Lightyear”. “Lightyear” es una película de ciencia ficción, con elementos de viajes en el tiempo e, incluso, podría decirse que un tanto más oscura. Sin hacer mayores spoilers, el villano o antagonista es el propio Buzz Lightyear, por ejemplo, y eso hace que su conflicto no sea poca cosa. Es un buen giro narrativo.
Por otra parte, quizás un elemento más para considerar es el hecho de que el público se haya acostumbrado a ver Pixar en casa, como parte de la oferta de Disney+ como sucedió con “Soul”, “Pixar” y “Red”. La ventana entre la proyección en salas y la llegada al servicio de streaming es también menor, ahora son 45 en lugar de 90. “Doctor Strange en el multiverso de la locura” de Marvel y Disney, sí generó la urgencia o la “necesidad” de verla en salas. “Lightyear” no.
La manera en cómo Disney se aproximó para expandir el universo de “Toy Story” es novedosa y muy propositiva, dándole lugar a los estudios sobre cómo pueden hacer para seguir elaborando o produciendo títulos alrededor de sus propiedades más exitosas. El marketing, sin embargo, falló. Por el momento y salvo que se convierta en un sleeper hit, “Lightyear” no vuela “al infinito y más allá”.