Aunque existe cierta tendencia que menosprecia o no le ve futuro al correo electrónico bajo el argumento de que las herramientas de mensajería instantánea -como Whatsapp- son las que están acaparando la atención de los usuarios, sigo pensando que el “email” no desaparecerá ni hoy ni nunca, pero si está obligado a transformarse.

Las herramientas o aplicaciones de mensajería instantánea pueden hacer dos funciones básicas de todo correo electrónico: compartir mensajes y archivos. Sin embargo, no se ustedes, pero yo sigo prefiriendo un teclado físico cuando se trata de escribir un mensaje de más de uno o dos párrafos, es más cómodo y práctico.

Pero también, para ser sinceros, hay algunas cosas que nos causan molestia a muchos usuarios de correo electrónico, entre ellas:

a) solemos extraviarnos entre tantos miles de correos que almacenamos en nuestros buzones;
b) perdemos mucho tiempo intentando organizar nuestros correos en carpetas o etiquetas;
c) encontrar un archivo que “alguien” nos mandó hace quién sabe cuánto tiempo es equiparable a encontrar una aguja en un pajar; y…
d) las famosas “cadenas de correos” (y no me refiero a cartas cadena, sino a “conversaciones anidadas” de tanto “reply” y “forward”) hacen los mensajes exageradamente largos y difíciles de leer y entender.

Para atacar alguno o tal vez todos estos inconvenientes, el mercado de aplicaciones o herramientas de correo electrónico ha evolucionado recientemente. En abril de este año, Dropbox, uno de los gigantes del almacenamiento anunció el lanzamiento de una nueva aplicación de correo electrónico: Mailbox. Apenas el pasado mes de octubre, Google dió a conocer Inbox, una nueva aplicación y extensión para Google Chrome que dará un nuevo sabor de boca al uso de Gmail. Pero si eres usuario de Gmail no te preocupes, este servicio no va a desaparecer, Inbox digamos es una nueva manera de usarlo que va a coexistir con la plataforma de correo de Google.

Entre algunas de las características que hacen atractivas a estas dos nuevas opciones de correo se encuentran las siguientes:

 Inbox no solamente es una aplicación sino una extensión del navegador Google Chrome. De tal manera que puedes usar Inbox no solo en tu smartphone o tableta, sino también en tu computadora (a través de Google Chrome).
 Ambas aplicaciones hacen mucho más fácil la lectura y “navegación” en tu bandeja de entrada. Manejan acciones al deslizar con el dedo un mensaje hacia la derecha o hacia la izquierda. Por ejemplo en Inbox al deslizar hacia la izquierda programas para dar lectura o atender el correo en determinada fecha y al deslizar hacia la derecha se marca como “leído” (hecho). Mailbox va más allá con los gestos, y te permite dos gestos por cada lado, lento o rápido a la izquierda y lo mismo hacia la derecha.
 La visibilidad de la lista de correos es más limpia. En Mailbox se previsualizan el título y las dos primeras líneas del correo. En Inbox se pre-visualiza el título y solo una línea del correo, pero también los archivos adjuntos se ven como si fueran “thumbnails” (representaciones gráficas en miniatura del tipo de archivo).
 Inbox te permite fijar recordatorios para cada correo (si así lo deseas), y permite “predecir” a quién deseas enviarle un correo al hacer clic en el boton de +. También sigue con la funcionalidad de carpetas donde Gmail clasifica automáticamente tus correos bajo categorías como: viajes, compras, finanzas, social, notificaciones, foros y promociones.

La desventaja de Inbox es que ahora funciona solo en modalidad “por invitación”, es decir, necesitas que un usuario de Inbox te envíe una invitación para poder usarlo. La desventaja de Mailbox es que al parecer consume muchos recursos del smartphone provocando que se caliente un poco el dispositivo y se consuma más rápido la batería. Pese a ello vale mucho la pena que pruebes ambos para hacer más placentera tu experiencia en el manejo de correos electrónicos.