Por Alvaro Rattinger
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Las impresoras de tecnologĆa aditiva o impresoras 3D no son nuevas, desde 2003 ya prestaban sus servicios para la creaciĆ³n de prototipos a demanda. Hoy se han convertido en tema de innovaciĆ³n con cobertura en lugares tan prestigiados como el MIT Media Lab o la revista The Economist.
Lo que hace especial a estos equipos es la habilidad para imprimir capas muy delgadas de un material Ā Ā āsegĆŗn lo que se busque imprimirā de manera sucesiva hasta obtener un objeto en tercera dimensiĆ³n, es decir, un objeto real para la vida diaria.
La pura idea de poder imprimir en tu casa desde un vaso hasta un violĆn es revolucionaria ya que rompe la cadena de valor y producciĆ³n de casi cualquier producto.
Si volteamos a las redes sociales veremos que en los Ćŗltimos meses el acercamiento de la marca con el consumidor se ha quedado sin intermediarios, ahora los consumidores pueden establecer contacto con la marca directamente con tan sĆ³lo un mensaje de red social.
Ahora, si ademĆ”s sumamos este fenĆ³meno con la impresiĆ³n 3D no serĆa muy descabellado pensar en que los consumidores consiguieran directamente del autor intelectual de un producto el plano para imprimirlo en casa.
En un futuro cercano serĆa posible imprimir un par de lentes Ray Ban a partir de un plano comprado en el sitio de la marca.
La consecuencia para el retail
El principal afectado por este fenĆ³meno serĆa el punto de venta, al desaparecer la necesidad de distribuir un producto se pierde la lĆ³gica de los centros comerciales, la respuesta probable a este escenario serĆa la inclusiĆ³n de impresoras en las supermercados para entregar productos personalizados.
Este fenĆ³meno es similar a la desapariciĆ³n del CD, en el que poner kioskos para hacer discos a la medida dio resultados nulos, anticipo que instalar impresoras 3D tendrĆ” un efecto similar.
Centros de impresiĆ³n a la medida ya comienzan a aparecer, en Nueva York laĀ empresa shapeways ya produce joyerĆa y ropa a la medida para sus consumidores. La cantidad de materiales en los que imprimen continuamente crece, hoy incluyen desde aluminio, cerĆ”mica, vidrio, diversos polĆmeros hasta plata.
Un producto a la medida de cada consumidor
La consecuencia serĆa la producciĆ³n personalizada, en la que cada consumidor tendrĆa exactamente lo que desee, este fenĆ³meno pondrĆa en riesgo la relaciĆ³n que las marcas tienen con los consumidores, en la que diseƱadores independientes podrĆan pulverizar el valor de las marcas establecidas.
De manera puntual se tendrĆa una democratizaciĆ³n del contenido intelectual en la que los diseƱadores podrĆan competir uno a uno entre sĆ. Es el iTunes de los productos fĆsicos.
Las consecuencias inmediatas se han dado en el mundo de los prototipos en los que crear la representaciĆ³n fĆsica de una idea es mucho barato, anteriormente si un inventor querĆa hacer una funda para iPhone con caracterĆsticas muy innovadoras tenĆa que producir el molde y una corrida inicial de prototipo por un costo muy elevado, matando de raĆz la intenciĆ³n.
Ahora con la impresiĆ³n 3D podemos en principio hacer un prototipo por un poco mĆ”s de lo que costarĆa el producto en punto de venta.
Las economĆas de escala se verĆan afectadas irreparablemente y estarĆamos frente a un cambio mĆ”s radical que la misma revoluciĆ³n industrial.
La pregunta es si las campaƱas de publicidad y mercadotecnia masiva tendrĆan sentido en este nuevo entorno, si el consumidor pudiera producir de manera atomizada la publicidad, tendrĆa que reaccionar de igual manera, esto en el mismo orden de ideas implicarĆa un boom en la publicidad digital.
El tema no es poca cosa y las consecuencias se sentirĆ”n cada vez con mayor fuerza, una tecnologĆa que es aditiva en vez de una que resta a la materia prima implica que hay mucho menos desperdicio, esto conlleva valores de sustentabilidad que el consumidor demanda cada vez mĆ”s de las marcas.
Por lo pronto los veo la prĆ³xima semana, seguimos conectados en TwitterĀ @varu28 seguro nos vamos a divertir.