Así como en el mundo físico eres dueño de cosas, como tu ropa, tu auto y tu computadora. Ahora, también en internet, podrás ser dueño de artículos que puedes vender, almacenar, intercambiar y transferir, a tu antojo.
Los NFTs, actualmente, están arrasando en el mundo del arte digital y los coleccionables. Pero, son mucho más que eso.
En un futuro, casi cualquier cosa que exista estará representada por un NFT, dentro de una cadena de bloques. El mobiliario de tu oficina, tus electrodomésticos, tu título universitario, el acta de nacimiento de tus hijos, etc.
NFT, significa Token No Fungible. La idea de fungibilidad, se define como algo “capaz de reemplazar o ser reemplazado por otro elemento idéntico”.
Para que tengas una mejor idea de lo que es un activo no fungible, piensa en la mayoría de las cosas que posees. La ropa que traes puesta, tu teléfono, tu laptop, y en general cualquier cosa que sea tuya, entran en la categoría de cosas no fungibles o semifungibles. El concepto no es algo nuevo, nos ha acompañado desde siempre.
Tu teléfono celular, cuando aún estaba en la tienda, era un activo fungible. Cuando lo compraste, no importaba cual teléfono te dieran, mientras tuviera las características que tú querías y por las que habías pagado.
Ahora, si yo te ofreciera cambiar tu teléfono por uno exactamente igual (mismo modelo, memoria, antigüedad, daños, etc.), seguramente no aceptarías. Tu smartphone tiene tus datos, fotos, aplicaciones e información. Eso lo convierte en un objeto único e irrepetible. Muy importante para ti.
Tu teléfono, paso de ser un Token Fungible, a un Token No Fungible, un NFT.
El arte es otro buen ejemplo. Existen miles de copias de la Mona Lisa. Ninguna de ellas tienen mayor valor que el material en el que están impresas. Todos sabemos que el original está en Francia, resguardado por uno de los mejores museos del mundo. Ese original es único e irrepetible, y es la única versión de la Mona Lisa que tiene un valor real, como arte. Las copias son Tokens Fungibles, y el original es un Token No Fungible.
Una moneda es el mejor ejemplo de un activo fungible. Cien pesos son siempre cien pesos, sin importar el número de serie en el billete, o si son cien pesos en tu cartera o en tu cuenta de banco. La capacidad de reemplazar un billete, con otro billete del mismo valor, es lo que hace que la moneda sea fungible.
Al igual que en nuestro mundo físico, en el mundo digital siempre hemos tenido activos digitales no fungibles.
Los nombres de dominio, los elementos de algún juego, tu nombre en redes sociales, son ejemplos de tokens no fungibles; que varían en su comerciabilidad, liquidez e interoperabilidad.
Muchos son increíblemente valiosos. Pero, ¿realmente somos “dueños” de estos assets digitales?
En general, todas estas “propiedades” digitales, son prestadas, o rentadas, por empresas, que son sus verdaderas dueñas. Incluso tus fotos, y publicaciones, en redes sociales, son propiedad de la empresa dueña de la plataforma.
¡Aquí es donde entra la cadena de bloques! La cadena de bloques proporciona una capa de coordinación para los activos digitales, lo que nos otorga a los usuarios permisos de propiedad y administración.
Es decir, que ahora puedes vender, comprar o transferir cualquier artículo por medio de esta tecnología. Genial ¿no?
Los NFTs son herramientas increíbles, que por sus características pueden ser usadas de diferentes formas, para otorgar mayor valor al consumidor. Te invito a leer mi próximo artículo, para conocer las más importantes.
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Alberto Arroyo