Durante las primeras horas de este lunes, entró en vigor la segunda alza al precio de la gasolina en México, incremento con el cual la gasolina Magna se ubicará en un precio máximo de 13.96 pesos por litro, la Premium en 14.81 pesos y el diesel en 13.98 pesos, de acuerdo con lo anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De acuerdo con dicha dependencia de gobierno, el aumento corresponde a al repunte de los parteros internaciones para los precios de los combustibles como efecto de la recuperación reciente del precio del crudo.
Si bien se trata de un incremento que se tenia contemplado, diversos analistas aseguran que este movimiento tendrá efectos importante en términos de inflación, lo que para las marcas y empresas supone retos importantes que van desde optimizar sus recursos disponibles hasta reforzar acciones que premien la relación con sus consumidores, quienes deberán de pagar un poco más por aquellos servicios o bienes que habitualmente consumen.
De acuerdo con el análisis presentado por Vector, Casa de Bolsa y Finamex, se calcula que el impacto inflacionario como consecuencia del incremento en el precio de la gasolina será de 0.21 por ciento sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
A esta alza, se suma el reciente incremento que la Comisión Federal de Electricidad anunció el mes pasado a las tarifas eléctricas para los sectores industria, comercial y doméstico de alto consumo, hechos que combinados suponen un aumento importante en los costes operativo, de producción y distribución de las empresas.
Desde la óptica mercadológica, frente a este panorama, las marcas estarán obligadas a reajustar sus acciones de comunicación así como su oferta final al mercado para, por un lado, otorgar a los consumidores razones y motivaciones sostenibles que justifiquen apagar un precio más elevado por un producto o servicio, mientras que por otro adaptarse a posibles cambios de consumo derivados del reajuste en los hábitos de los hogares mexicanos que vendrán de la necesidad de hacer más con menos.
El aumento del precio de los combustibles desde el punto de vista del consumidor es un indicador de inestabilidad económica, cuando menos, a nivel doméstico lo cual reduce el consumo per se y modifica los comportamientos de compra.
León Casado Hernandez, director de inteligencia de cliente y mercado en WalMart México, recuerda que en el periodo 2012-2013 “las tendencias de consumo registraron caídas en el gasto del hogar, en los canales modernos de distribución de productos masivos. Se generaron mecanismos de defensa en los consumidores, quienes preferían presentaciones de producto más pequeñas, se movieron a categorías sustitutas y cambiaron de canal de compra”.
En esta línea, las marcas se moverán en un panorama lleno de oportunidades que vendrán acompañadas de grandes desafíos, dentro del cual la comunicación con el consumidor jugará un rol fundamental para posicionar la oferta de la firma no sólo como una solución, sino como un verdadero aliado frente a un contexto en el que la cadena de valor que incrementará los costos, en diferente medida, para todos los jugadores involucrados.