Francia.- La Asociación Noemí está empeñada en abrir los ojos del mundo a las capacidades diferentes. El potencial de un niño o un adulto depende muchas veces de cómo el resto del entorno lo mire. Para ello realiza constantes campañas educativas, con el objeto de acercar a la mayoría a esta minoría real y valiosa. En el día de ayer, la asociación subió un impactante video a YouTube sobre la diferencia de percepción, entre niños y adultos, sobre la discapacidad. De verdad que vale la pena verlo.
Los niños tienen una mirada limpia, sin prejuicios. Si miráramos a través de sus ojos, todo parecería ser más sencillo. Aceptar las diferencias y valorarlas como una posibilidad de aprendizaje personal y colectivo (en ambas direcciones), es una idea que se elabora como discurso, en la medida que manejamos el lenguaje. Sin embargo, en la práctica, ese discurso tiende a ser una falacia porque está contaminado por un metalenguaje adquirido. Los niños, en cambio, sólo viven lo que ven, sin adjudicar un juicio.
Utilizando este concepto, la asociación realizó un experimento social con niños y adultos, para ver las diferencias de percepción sobre la discapacidad. El resultado es impactante, educativo y emotivo. Aquí es donde cobra significado el concepto de “marketing social” y es digno de compartirse.