A principios de los aƱos noventa, el francĆ©s Pierre Calleja comenzĆ³ a hacer investigaciĆ³n en acuacultura con la producciĆ³n de lubina y besugo, con la que descubriĆ³ la manera de manipular y reproducir micro-algas que se situaban en el principio de la cadena alimenticia de estas dos especies.
Derivado de ello, uno de sus mĆ”s llamativos desarrollos consiste en algo que ha bautizado como la Street Lamp, un sistema de iluminaciĆ³n que usa a las mismas micro-algas para capturar CO2 y producir oxĆgeno.
Las micro-algas son singulares organismos unicelulares microscĆ³picos que existen hace 4 billones de aƱos sobre la tierra y representan el principio de la vida, ya que son anteriores por mucho a la apariciĆ³n de la flora y la fauna que eventualmente habitĆ³ en el planeta.
Incluso, el profesor Calleja explica que probablemente no existĆa gran proporciĆ³n de oxĆ³geno en el planeta cuando comenzaron a desarrollarse, alimentandose de la luz y del CO2, ya que lo absorben en demasĆa, aĆŗn en nuestros dĆas y son responsables de la mayor cantidad de producciĆ³n de oxĆgeno de nuestra atmĆ³sfera.
AsĆ que ponerlas en una lĆ”mpara se juzga como una genialidad muy ecoamigable, ya que ademĆ”s de que aporta un aspecto decorativo, natural, fresco y cĆ”lido a la vez, limpia la atmĆ³sfera de contaminantes, y en la medida en la que mĆ”s de estas lĆ”mparas existan, mejor, por lo cual, situarlas en las calles, centros comerciales, oficinas, casas, estacionamientos, tĆŗneles, puentes, fĆ”bricas, parques… resulta una muy recomendable idea.