Ikea está probando dos nuevos diseños de tiendas que alteran de manera radical el formato de salas de exhibición con forma de laberinto.
Es una de las varias estrategias que está explorando para mantener la venta “física” mientras se adapta al comercio electrónico.
Ingka Holding, grupo que opera la mayoría de las tiendas de Ikea en el mundo, reabrió en agosto de 2021 un punto de venta en Shanghai. Fue renovada para probar lo que la marca llama “formato de tienda del futuro”. Se trata de un espacio donde los visitantes pueden pasar horas haciendo otras cosas, además de comprar.
Junto con las salas de exposición y una tienda de artículos pequeños, hay un espacio con sillones y mesas donde Ikea espera que la gente pase el rato con amigos.
También hay un restaurante que ofrece menús sanos y elaborados con productos obtenidos de forma sostenible y un “Maker’s Hub” donde los empleados ayudan a los clientes a reparar muebles viejos y construir nuevos.
Este jueves 26 de agosto, Ikea también abrirá una nueva tienda de las llamadas “compactas” en Viena, Austria.
Está ubicada en pleno centro, junto a la estación de tren Westbahnhof, en la capital de ese país. Tiene cinco pisos, una cafetería y no hay estacionamiento, a diferencia de las clásicas tiendas habituales de Ikea, lejos del centro de las ciudades.
También hay un piso completo dedicado a la construcción de muebles pequeños con la ayuda de empleados, y se pueden pedir productos más grandes para entregar a domicilio.
En ambas tiendas, la de Shangai y la de Viena, los clientes pueden usar sus teléfonos para escanear artículos y comprarlos mientras caminan.
“Básicamente, queríamos comenzar desde cero y decir, ¿cómo podríamos imaginar una tienda del futuro, el punto de venta donde el cliente ya no va a sólo a comprar como lo hacía antes?”, le dijo Stefan Vanoverbeke, subdirector global de Ikea al WSJ.
Ikea sabe que cada vez más clientes prefieren pedir sus productos por internet, o están obligados a hacerlo porque no tienen un automóvil para transportar muebles (incluso los empaquetados en cajas planas) hasta sus apartamentos urbanos.
El problema no es sólo de Ikea, muchos retailers están lidiando con esto. Lego y Dick’s Sporting Goods, por ejemplo, han abierto tiendas donde la compra va acompañada de actividades como juegos de realidad aumentada.
Ikea se demoró en adaptarse al comercio en línea y la pandemia se le vino encima. El sistema que tenía no era bueno y muchos clientes se frustraron durante los confinamientos del 2020.
Sus nuevos formatos de tienda apuntan a hacer más que entretener, al combinar una oferta de comercio electrónico más sofisticada y salas de exhibición típicas con espacios que invitan a los clientes a quedarse y a pensar con detenimiento qué muebles pueden adaptarse a sus hogares.
Según Vanoverbeke, el objetivo de Ikea es que “la decoración del hogar sea cada vez más importante para las personas”.
El sistema tradicional de sala de exhibición unidireccional de Ikea fue diseñado para que los clientes recorran toda la tienda, incluso si solo llegaron para comprar algo determinado.
En cambio, las nuevas tiendas permiten a los clientes recoger o pedir exclusivamente lo que fueron a buscar, pasean si lo desean, pero también pueden irse cuando quieran, sin tener que recorrer decenas de metros para salir.
Ikea abrió su primera tienda en México en marzo de 2021. Según la propia compañía, en el mundo tiene un total de 445 tiendas (hasta agosto de 2020) y 220 mil empleados.
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