- Ikea implementó una estrategia de reducción de precios del 15% para mejorar la accesibilidad tras el aumento de la inflación.
- Pero los resultados fueron complejos.
- A pesar de los descuentos, los ingresos de Inter Ikea disminuyeron un 8.9% en el último ejercicio fiscal.
Ikea, la gigante sueca de muebles, implementó en los últimos meses una estrategia de reducción de precios. La medida, tomada para mejorar la accesibilidad de sus productos tras el alza de la inflación que afectó a los consumidores en los últimos años, tuvo consecuencias para la compañía.
Aunque el objetivo era aumentar las compras de los clientes, los resultados de la empresa fueron más complejos de lo esperado.
La compañía, propietaria de la red más grande de muebles del mundo, experimentó una caída de sus ingresos a pesar de la reducción de los precios. Así es, según el informe financiero de Inter Ikea, la unidad que abastece las tiendas franquiciadas de la marca, la empresa decidió reducir sus precios un 15% de media a lo largo del año.
Esta disminución en los costos permitió que los minoristas de Ikea ofrecieran a los clientes descuentos del 10% promedio, un alivio para quienes habían sufrido el aumento de precios durante los últimos años debido a los trastornos en la cadena de suministro.
Reporte financiero de Ikea
El precio de materias primas, como la madera, bajó de precio a nivel global, lo que permitió a la empresa tomar la decisión de ajustar sus costos.
Sin embargo, la estrategia de reducción no fue suficiente para evitar una caída en los ingresos de la compañía.
En el ejercicio fiscal que terminó el 31 de agosto pasado, los ingresos de Inter Ikea descendieron un 8.9%, alcanzando los 28,500 millones de dólares.
Esto se tradujo en un beneficio operativo ligeramente superior a lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
Los responsables de Inter Ikea dicen que la estrategia de recorte de precios logró mantener la rentabilidad operativa de la firma.
La reducción de los precios de los productos no solo se hizo por la caída de los costos de producción, sino también por la intención de la compañía de recuperar la lealtad del cliente, algo que había bajado tras los aumentos impulsados por la crisis en las cadenas de suministro globales.
Un cambio necesario pero arriesgado
Para entender los efectos de esta estrategia, es importante mirar el contexto económico que enfrentó Ikea en los últimos años.
Durante 2021 y 2022, la empresa experimentó un aumento considerable en los costos de producción debido a las interrupciones en la cadena de suministro, lo que obligó a aumentar los precios de sus productos. Este ajuste de precios, aunque necesario en su momento, afectó la percepción de la marca, que siempre ha sido conocida por sus precios competitivos y accesibles.
Con el regreso a la normalidad en las cadenas de suministro y la reducción de los costos de las materias primas, Ikea decidió revertir parcialmente los aumentos aplicados en los años anteriores.
El ajuste de precios fue una maniobra para recuperar clientes y reactivar la demanda. Sin embargo, la caída en los ingresos muestra que los descuentos no han sido suficientes para contrarrestar la disminución de las compras, especialmente en un contexto global de incertidumbre económica donde los consumidores se sienten más cautelosos a la hora de gastar.
El futuro de la estrategia de precios en el retail
El caso de Ikea pone en evidencia un problema común en las grandes compañías de retail: encontrar un equilibrio entre precios competitivos y rentabilidad.
Las grandes marcas del sector, como Walmart, Amazon y Target, enfrentan problemas similares cuando ajustan sus precios en función de las fluctuaciones del mercado o de la presión competitiva.
Las empresas tienen varias opciones: pueden decidirse por recortes de precios, como hizo Ikea, con el fin de ganar participación de mercado, o bien, apostar por la diferenciación mediante la mejora de la calidad o la innovación en sus productos y servicios.
En el caso de Ikea, la competencia es feroz, especialmente en el sector de los muebles, donde se enfrenta a marcas como Walmart, Amazon y otras empresas de distribución en línea.
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